El conspirador en la sombra de Arabia Saudí: conectado a la operación contra Amazon y ausente desde el asesinato de Khashoggi


Montaje que muestra a Mohammed bin Salman y Jeff Bezos
El informe forense sobre el teléfono de Jeff Bezos señala que Saud al Qahtani «posiblemente» facilitó las herramientas para hackear al multimillonario. PABLO ÁLVAREZ

El informe forense sobre el hackeo al teléfono de Jeff Bezos, fundador de Amazon, apunta a Saud al Qahtani como el posible cerebro del ataque cibernético

Qahtani ha sido acusado de orquestar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, columnista de The Washington Post, propiedad de Bezos, y no ha vuelto a aparecer en público desde entonces

En el momento del hackeo, Qahtani era presidente de la Federación Saudí para la Ciberseguridad, Programación y Drones. Desde ahí dirigía una fábrica de trolls y lanzaba campañas contra opositores

Saud al Qahtani era una de las personas más poderosas de Arabia Saudí y más cercanas al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán (MBS). Tanto que el informe forense sobre el hackeo del teléfono de Jeff Bezos, CEO de Amazon y dueño de The Washington Post, apunta al asesor como pieza clave del ataque cibernético.

«Los resultados forenses digitales, combinados con investigación, entrevistas e información de inteligencia llevan a FTI [la empresa autora del informe] a concluir que el teléfono de Bezos quedó comprometido posiblemente a través de herramientas facilitadas por Saud al Qahtani», señala el informe.

En el momento del hackeo del teléfono de Bezos, Qahtani era presidente de la Federación Saudí para la Ciberseguridad, Programación y Drones. Desde ahí dirigía una fábrica de trolls y lanzaba campañas contra opositores. Pero su trabajo consistía en apuntalar el poder de MBS e iba mucho más allá del universo virtual.

Qahtani ha sido acusado de participar en la detención, interrogatorio e incluso tortura de sujetos incómodos para el régimen –incluidas las 381 personas de alto nivel encerradas en el hotel Ritz-Carlton de Riad–; de orquestar el breve secuestro del exprimer ministro del Líbano, Saad al Hariri; e incluso se le señala como el cerebro del asesinato de Jamal Khashoggi.

El nombre de Qahtani también apareció en una investigación de eldiario.es sobre la detención del primo de MBS, el príncipe Salmán bin Abdulaziz bin Salmán al Saúd, casado con una hija del antiguo rey Abdalá bin Abdulaziz. Un amigo cercano del príncipe detenido afirmó: «Detrás de todo esto está Turki al Sheikh y Saud al Qahtani. Qahtani es uno de los que ha metido en la cabeza de MBS todas estas ideas estúpidas».

Saud al Qahtani desapareció de la esfera pública unos días después del asesinato de Jamal Khashoggi en octubre de 2018 –cinco meses antes del hackeo al teléfono de Bezos–. Fuentes de inteligencia turcas y árabes citadas por Reuters aseguraron que Qahtani estuvo presente en el asesinato de Khashoggi por videoconferencia . «Traedme la cabeza del perro», dijo supuestamente.

Qahtani era muy activo en Twitter, donde tenía 1,3 millones de seguidores. Sin embargo, el asesor de MBS dejó de tuitear unos días después del asesinato y en septiembre de 2019 Twitter eliminó su cuenta por «violaciones de la política de manipulaciones».

El ascenso de Qahtani: un poeta entre hackers

Una investigación de Bellingcat señala que la carrera de Qahtani comenzó promocionando a la familia real en medios saudíes y publicando poemas nacionalistas bajo el pseudónimo ‘Dhari’. Costumbre que no ha perdido: tras su absolución en el caso Khashoggi –estuvo investigado por la fiscalía saudí–, medios locales señalan que Qahtani escribió y publicó un poema para celebrarlo.

A principios de los 2000, Qahtani fue contratado por el presidente del tribunal real saudí para dirigir un grupo de medios encargado de proteger la imagen de Arabia Saudí. En 2008 se convirtió en director general del Centro de Control y Análisis de Medios de la Corte Real y en 2009 dio sus primeros pasos en foros de hackers. En 2012 y 2015 se puso en contacto con la empresa Hacking Team, dedicada a producir software espía para Gobiernos de todo el planeta.

«Invitados por el Gobierno de Arabia Saudí, necesitamos que gente con altos conocimientos técnicos y autoridad nos visite para que nos facilite una explicación completa de las soluciones y la información que ustedes ofrecen, así como los costes. Cubriremos todos los costes del viaje de la A a la Z», escribió Qahtani. Los correos fueron publicados por una gran filtración de 400 GB en el seno de la empresa.

En diciembre de 2015, el rey Salmán emitió un decreto real ascendiendo a Qahtani como asesor real con el rango de ministro. Un año después ya era director del Centro de Estudios y Asuntos de Medios, desde donde Bellingcat señala que empezó a lanzar sus operaciones contra disidentes. Su poder aumentó todavía más con el nombramiento de MBS como príncipe heredero en junio de 2017.

Según destapó una investigación de The New York Times, Qahtani montó una granja de trolls radicada en Riad. Los trabajadores de esta granja encontraron el trabajo en anuncios a través de Twitter en el que se buscaba gente joven dispuesta a tuitear por unos 3.000 dólares al mes.

Jeff Bezos con Mohammed bin Salman durante su visita a EE.UU. en marzo de 2018
Jeff Bezos con Mohammed bin Salman durante su visita a EE.UU. en marzo de 2018 AGENCIA DE PRENSA SAUDÍ

En un informe entregado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la relatora especial en ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, sostiene: «Hay pruebas creíbles que indican que dirigió personalmente una campaña contra activistas y oponentes políticos. Por ejemplo acosó supuestamente a usuarios e instó a sus seguidores a publicar los nombres de aquellos que apoyaban a Catar [enemigo de Arabia Saudí] y que los sumasen a #LaListaNegra». «Serán fichados y seguidos a partir de ahora», tuiteó Qahtani.

El acoso no era solo virtual. «La relatora especial ha sido informada que Qahtani fue uno de las dos personas que interrogó y amenazó personalmente al primer ministro de Líbano Saad Hariri durante su detención en una residencia privada en el complejo del hotel Ritz-Carloton», señala Callamard en el informe.

«De acuerdo con informes de la ONU y una persona entrevistada durante la investigación, Qahtani participó personalmente en el arresto y tortura de mujeres activistas», sostiene Callamard. De acuerdo con una comunicación de la oficina de Procesos Especiales de la ONU al reino de Arabia Saudí, Al Qahtani le dijo a una de las mujeres: ‘Haré lo que quiera contigo y después te disolveré y te tiraré por el retrete».

Un comunicado publicado este jueves por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos destaca que en el momento en el que el teléfono de Bezos fue hackeado, «[el multimillonario] fue ampliamente atacado en las redes sociales de Arabia Saudí como un supuesto adversario de la monarquía. Esto era parte de una gran campaña clandestina en la red contra Bezos y Amazon, aparentemente por ser el dueño de The Washington Post».

Además, los relatores especiales en ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, y en el derecho a la libre expresión y opinión, David Kaye, afirman que Qahtani estuvo vinculado en repetidas ocasiones con la organización de campañas críticas contra The Post y pidiendo boicot a Bezos y sus empresas.

Su papel en el asesinato de Khashoggi

En una entrevista con Khashoggi publicada por Newsweek después de su muerte, el columnista de The Washington Post se refirió a Qahtani: «MBS no tiene asesores políticos excepto Turki al Sheikh y Saud al Qahtani. Son matones. La gente les teme. Si les desafías, puedes acabar en prisión y eso ya ha pasado. Qahtani era amigo mío y le conocía muy bien. Era el enlace entre la corte real y los medios de comunicación en todo momento. Ahora se ha convertido el hombre más importante en los medios. Es el que dirige el brazo de control de Arabia Saudí».

El activista Mohamed Soltan publicó un artículo de opinión tras el asesinato del periodista en el que describe que en septiembre de 2017, un año antes de su muerte, él estaba presente cuando Khashoggi recibió una llamada de Qahtani. «Jamal me pidió que lo grabase», recuerda.

«Fue una llamada breve, de un minuto y 42 segundos. Qahtani empezó estableciendo su autoridad e indicando que llamaba en nombre de MBS, que le había pedido que le agradeciese a Jamal por sus tuits en apoyo al Gobierno saudí por levantar el veto a las mujeres para conducir». Khashoggi acabó pidiéndole la liberación de los presos políticos. «Son traidores y una amenaza a la seguridad nacional», respondió el hombre fuerte de MBS. El periodista siguió utilizando Twitter y su plataforma en el Washington Post para denunciar la represión en Arabia Saudí y el resto ya es de sobra conocido.

MBS echó a Qahtani y la fiscalía saudí anunció que estaba investigando su papel en el asesinato. Finalmente, todos los altos cargos investigados por la muerte de Khashoggi fueron absueltos y Arabia Saudí acabó condenando a muerte a cinco agentes de bajo rango que ejecutaron la operación.

El Diario