Se aproxima una cita importante para los republicanos, a saber la conmemoración del 14 de abril. No debe ser un acontecimiento destinado al recuerdo nostálgico sin más.  No debe ser este el sentido que debemos dar en estos momentos a esta fecha. Pero si debemos reflexionar sobre ciertos aspectos del presente para permitirnos desbrozar el camino para llegar a nuestro objetivo final, que no es otro que superar la caduca Constitución del 78 y sus consecuencias, las cuales nos están llevando por un camino en pendiente continua hacia el abismo.

En relación con lo anteriormente expuesto tiene mucho que ver ciertas posturas que están adoptando muchas personas y organizaciones que siguen viendo a la monarquía y las instituciones que la sustentan como un mal menor que puede ser invertido en beneficio del pueblo. Terrible error pues nadie que tenga la más mínima responsabilidad política debe considerar que los mismos que se burlan, nos mienten, nos engañan y nos roban, van a permitir que el entramado institucional que les ampara deje de encubrir sus fechorías y desmanes, que día sí y día también cometen sin el menor sonrojo.

Es por ello que debemos tomarnos muy en serio la cuestión para superar este estado de cosas. No podemos, no debemos permitir por un momento más que determinadas organizaciones políticas utilicen una fecha, la del 14 de abril, día de la República, para olvidarse de la República y satisfacer  sus intereses particulares y hacer planteamientos políticos que perfectamente puede asimilar el Régimen, que por otra parte no conllevan a otra cosa que al desanimo, a la frustración y al desengaño de muchas personas valiosas y de los sectores de la juventud a la que dicen defender. Es una actitud incoherente con el tiempo que nos ha tocado vivir. Son momentos que debe primar la unidad decidida, la suma de las organizaciones y personas que apuestas por una ruptura sin ambages con el viejo régimen y quieren construir un futuro esperanzador. No debemos dejar a nadie señalado por no ser “puro”, por no ser de los “nuestros”. Es la hora de la valentía. Todo aquel que quiera empujar en la dirección adecuada debe ser bien recibido, nadie sobra, para llevar a la cumbre la República. Esa es nuestra meta y nuestro anhelo. Si no obramos en consecuencia, el pueblo y la historia algún día nos pedirá responsabilidades por no estar a la altura del momento. No se trata de gritar y hacer mucho ruido, es mucho más, se trata de conseguir la unidad de la izquierda y la unidad popular, de todos los sectores y fuerzas que sientan la llamada de la República, para todos juntos trabajar en una única dirección.

Por ello no debemos ser el báculo del viejo régimen, debemos ser la mano que ayude a construir una nueva sociedad, en la que la igualdad, la justicia y la solidaridad sean piezas claves. Por ello insistimos que los mensajes que se lanzan desde algunas organizaciones  que se dicen transformadoras, pero que  olvidan, entierran y ningunean la palabra izquierda, la palabra República, hacen un flaco favor a la causa que perseguimos y con la misma dan aliento a todos aquellos que se han convertido en los ejecutores de las políticas más reaccionarias para el pueblo español.

Es por ello que el  camino debería ser otro, debería ser la búsqueda de la unidad de todas las fuerzas transformadoras en un frente amplio donde cada uno fuera parte fundamental, sin tener que renunciar a sus señas de identidad básicas. Es por ello que insistimos que nadie sobra, es más nadie debe faltar en el mismo. Quién piense que con construir estructuras nuevas, atípicas, sin identidad, sin ideología van a derrocar al enemigo, están equivocados. Solamente desde un verdadero programa de cambio, cuyo eje central sea la República, se logrará el objetivo. Lo demás es dar oxígeno  a un muerto que todavía sigue muy vivo, como se demuestra día a día y como bien vemos, y que no teme a ninguno de estos nuevos actores, que al final y a la postre juegan el papel de muro de contención de las justas demandas del pueblo. Es hora de un cambio verdadero, pero desde la unidad, la ruptura, la República y la responsabilidad.

Coordinadora Republicanos Segovia.