El 14 de abril de 1931 nació la Segunda República en nuestro país. Este fue el contexto social y político que propició aquella proclamación, y estos fueron los hechos de aquel día
Por la paz, la vivienda, el trabajo y los salarios dignos. Por la libertad de los pueblos y la soberanía
Hoy nos volvemos a reunir para conmemorar el aniversario de la República. Pero no lo hacemos vueltos hacia el pasado, sino mirando al futuro, con la certeza de que los problemas que sufrimos los trabajadores y trabajadoras no se solucionarán sin un cambio estructural del régimen, a través de un nuevo Estado subordinado a los derechos e intereses de las clases trabajadoras de nuestro país.
𝐄𝐥 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐠𝐨 𝟏𝟒 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥, fecha fundamental de nuestra historia, organizamos nuestro segundo 𝐌𝐢𝐜𝐫𝐨 𝐀𝐛𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐑𝐞𝐩𝐮𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚𝐧𝐨, junto con el Colectivo Republicano de Salamanca. A las 19.00, os esperamos en el Rastrel
Este ano conmemóranse 93 anos da proclamación da Segunda República. O 14 de Abril supón, non un día de festa ou de celebración como parecen reclamar os socios do PSOE no Goberno Español, se non unha data de reivindicación antimonárquica e transformadora para o conxunto da esquerda que se reclama rupturista.
La Tercera República hace mucho tiempo que dejó de ser un deseo para convertirse en una urgente necesidad para las clases populares de nuestro país. Los enemigos de la República lo saben bien y por eso no dejan de hablar de ella, bien para difamarla, o bien para idealizarla como algo cercano y fácilmente alcanzable siempre que se acepte el liderazgo de la estrella política de turno. Pero en ambos casos el objetivo es el mismo: alargar el debate y los discursos vacíos reforzando las instituciones del Régimen del 78 y la «fiel oposición» controlada y al servicio de su majestad. 40 años de monarquía parlamentaria lo confirman.
Castro –que instruyó el caso Nóos– e Yllanes –que estuvo a punto de presidir el tribunal– abanderan una iniciativa que pretende que el jefe del Estado se pronuncie, en su discurso de Navidad, sobre sus privilegios para que PP y PSOE aprueben una reforma constitucional
Estoy escuchando a Gerardo Iglesias (minero, sindicalista y diputado español por IU) en la presentación de su último libro. Una señora le pregunta acerca del peligro de cuestionar la democracia; le alega que «la democracia está en peligro». Gerardo le responde acerca de la gran transformación que deben sufrir los partidos, habla de los «aparatos de los partidos» como «aparatos o maquinarias electorales», de la instalación de algunas personas en las cúpulas de los partidos estatales.
Injusticia, desigualdad y pobreza son los tres pilares sobre los que se apoya ese escalofriante número de muertos que ha producido el último terremoto en Marruecos. La causa de ese horror no se explica desde el hecho natural de un tremendo terremoto que ha convulsionado las entrañas de la tierra en una zona que se sabe de alto riesgo y donde no era tampoco la primera vez que ocurría. La causa del desastre humano está en el propio ser humano, en esta sociedad impía, injusta y tan profundamente desigual. Dónde los que más tienen padecen la enfermedad de querer tener más hasta límites incontrolables, movidos por una total ausencia de fraternidad, de compasión, y un exceso de indiferencia, de crueldad.
Llegan las elecciones, las más fáciles y las más difíciles desde la Transición. Fáciles en cuanto a no dar a esta ola de calor más grados, descartar absolutamente a quienes ni siquiera debieron estar jamás en el Parlamento, en Ayuntamientos, en la contienda electoral, en el juego democrático cuando practican políticas abiertamente fascistas, de rapiña de poco a poco de la libertades. Y había modos de evitarlo. Los hay. No se quiere, así parece. A Hitler se le dio poca importancia y luego tuvieron que pararle los pies, ya sabemos cuántas vidas costó.
Miles de republicanos (según la policía 3000) han salido a la calle bajo el lema “La Tercera República es una imperiosa necesidad“ para celebrar el 14 de Abril, 92 aniversario de la II República, con la vista puesta en el futuro, en la III República.
Con todas las miradas puestas en su regreso a España, aseguran que el rey Juan Carlos se ha enfrentado a Felipe VI y se prepara para estar en mayo en las regalas de Sanxenxo
“El rey aparentemente ha prometido a los militares que instituirá la ley marcial en las provincias vascas si el terrorismo se sale de control, y también puede haber prometido que trabajará para limitar la autonomía regional, que los militares temen como destructiva para el Estado español”, afirma un informe de la CIA
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