El alcalde elude hablar de servicios mínimos y apuesta por la «neutralidad». Empresa y comité se acusan de romper el diálogo pero se reunirán mañana
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, todavía cree que el regreso de la huelga al autobús es evitable. Solo es una cuestión de «responsabilidad» por parte de la dirección y el comité de empresa de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA), que ayer se dedicaron a culparse mutuamente del enésimo fracaso en las negociaciones. Tras 17 de negociaciones en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) acabó en ruptura, levantándose de una mesa a la que el primer edil les pide que regresen el próximo lunes. El mismo día que la asamblea de trabajadores se celebra y decide si vuelven a secundar unos paros que nunca se han desconvocado.
«Confiábamos en que hubiera un acuerdo ayer (por el pasado viernes)», admitió el alcalde, quien declaró no comprender por qué este no se ha producido, ya que «antes de estos 15 días las posiciones estaban muy próximas y ahora se habían acercado más en materia salarial». Así lo explicó ayer durante la celebración de los actos del día de Aragón en La Aljafería, al tiempo que instó a ambas partes a «dar el paso» y abogó por mantener una posición de «neutralidad» desde el consistorio.
Pero la vuelta a los paros en el servicio se acerca aunque, como Santisteve reconoció, no sabe «cuál es el punto de fricción» que hace inevitable la huelga hasta hoy, aunque el hecho de levantarse de la mesa «lo llevan haciendo desde el principio». «Tenemos todas las esperanzas puestas en la llamada a la responsabilidad y el esfuerzo» que pueden hacer durante el fin de semana o mañana lunes en el SAMA. Él, por su parte, eludió hablar de servicios mínimos, porque «no es el momento»
Sin embargo, las posiciones tras el fiasco del viernes siguen enconadas. El comité, a través de un comunicado, acusó a la dirección de AUZSA de «romper una vez más la negociación» y persiste en esperar a lo que dictamine la asamblea de trabajadores en la cita prevista en la sede de UGT mañana. También les acusa de no querer debatir la última propuesta planteada por la representación sindical, pasadas las tres de la mañana del sábado, y de levantarse de la mesa. La versión de AUZSA es distinta. Aseguró que mejoraron su oferta, incluso en la parte salarial, y que se negaron a firmar. Aún así, habrá una última reunión en el SAMA, mañana a las 20.00 horas.
Fuente: El Periódico