Los terribles estragos físicos de la huelga de hambre por Bódalo


Óscar Reina es la viva imagen del inmenso sacrificio que están realizando los miembros del SAT para exigir la libertad de Andrés Bódalo. 22 días en huelga de hambre comienzan a pasar factura, y de qué manera, a los activistas.

22 días en huelga de hambre comienzan a pesar en el estado físico de los activistas del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que exigen la libertad del exconcejal de Podemos en Jaén, Andrés Bódalo, encarcelado por un atentado a la autoridad y lesiones leves cometido durante una protesta contra el paro en 2012. La viva imagen del esfuerzo físico es Óscar Reina, portavoz del sindicato, que parece estar pasándolo «realmente mal» y cuyo cambio físico ha sorprendido a propios y a extraños.

El sustituto de Diego Cañamero al frente del sindicato no tiene reparos en reconocer que los jornaleros «han pasado mucho hambre» aunque las redes sociales se preguntan cómo es posible que tales hechos ocurrieran viendo su estado físico. Y es que Reina, orgulloso andaluz, parece seguir las tradiciones de su tierra al pie de la letra y la caña, y su correspondiente tapita, es uno de los habituales de su dieta.

El pasado 15 de mayo, Reina y un grupo de activistas acamparon en Sol después de marchar desde Jaén exigiendo la libertad de Bódalo. Tras llegar a la céntrica plaza madrileña, y permanecer en ella tres días «horribles», alcanzaron a un acuerdo con la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, para mudarse al barrio de Lavapiés, concretamente a la plaza de Jacinto Benavente. Allí, los sindicalistas han continuado su protesta haciendo gala de su compromiso con Bódalo.