Los trabajadores de Madrid y Guipúzcoa, según Javier Pérez, presidente del comité de empresa de la planta madrileña, no ven con buenos ojos la suspensión de medio año
La dirección de Unipapel aceptaría aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de seis meses a todos los trabajadores de las tres plantas de la compañía (Logroño, Tres Cantos en Madrid y Aduna en Guipúzcoa) y abonar una nómina o parte de ella a corto o medio plazo. Así lo explicó el presidente del comité de empresa de Madrid, el riojano y miembro de UGT Javier Pérez Nalda, al término del encuentro que ambas partes mantuvieron ayer en Burgos.
Esta sería la respuesta de la compañía a la propuesta que efectuó la pasada semana USO y que a grandes rasgos consiste en sustituir los 109 despidos anunciados por Springwater, el fondo de inversión propietario de Unipapel, -79 en la planta madrileña, 17 en Aduna y 13 en Logroño- por un ERTE para todos. Y si bien el presidente del comité de empresa de La Rioja y miembro de USO, Víctor Aldonza, no quiso pronunciarse sobre el encuentro con la dirección hasta que se reúna hoy con los trabajadores, Javier Pérez Nalda explicó que los empleados, al menos los de Madrid y Guipúzcoa, no «ven con buenos ojos» un ERTE para todos porque «¿cuando volvamos a trabajar qué hay? Nada», aseguró.
Además, la dirección, que se reunirá de nuevo con los trabajadores el próximo lunes, incluye el pago de una nómina y, por tanto, «no entiendo que si tienen dinero no paguen las nóminas pendientes». Considera que lo que está haciendo la compañía es «un juego de presiones con la parte más débil que son siempre los trabajadores».
En cuanto al planteamiento inicial de la empresa -109 despidos y un ERTE para el resto- calcula que le costará al Estado 25 millones de euros, 7,5 millones de ellos serían del Fogasa, 7,5 del paro y el resto de la parte de cotización que abona la administración mientras el trabajador está en desempleo.
En su opinión, la única solución es que Adveo, que vendió la unidad de negocio al fondo de inversión Springwater, «echara un órdago» y recuperara la compañía. De hecho, las plantas, la maquinaria y los terrenos siguen siendo suyos y además, «tienen capacidad de producir por encima de los 25 millones de euros».