
En este memorial debían aparecer inscritos los nombres de, al menos, 2.937 personas ejecutadas en los primeros años de la dictadura. Según el manifiesto el actual equipo de gobierno municipal del PP ha manifestado «abiertamente su intención de arrancar las lápidas con nombres ya instaladas en el monumento
Esta no sería la primera iniciativa del gobierno de Almeida contra la memoria histórica. Según denuncia este manifiesto, la renuncia de levantar un memorial en la antigua cárcel de Carabanchel como reconocimiento a todos los presos políticos durante el franquismo, el cierre de la Oficina de Derechos Humanos y Memoria o su apertura a la reasignación de nombres franquistas en el callejero madrileño, tras las peticiones de la Fundación Franco.
Por esta situación, el manifiesto declara «conforme a la exigencia del Derecho y Tratados Internacionales, y a las recomendaciones de las Naciones Unidas, que el Estado y sus instituciones asuman y garanticen el derecho a la Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de no Repetición, a todas las personas represaliadas, asesinadas o desaparecidas de la Resistencia Antifranquista como víctimas de la violencia política».
Asimismo, consideran «irrenunciable el derecho de la ciudadanía a conocer la historia» y a que «las instituciones democráticas reconozcan públicamente, nombre a nombre, a todas las víctimas del franquismo».