Hoy, 29 de abril, se cumplen 77 años del fusilamiento del Teniente Coronel de Máquinas de la Armada Benito Sacaluga Rodriguez. Su delito fue oponerse al levantamiento militar del 18 de julio de 1936 y ser fiel a la República.
Una vez terminada la guerra fue sometido a Consejo de Guerra Sumarísimo el cinco de abril de 1939, Causa 4/39.
La sentencia dictada fue la de condena a muerte por un delito de Rebelión Militar al no haberse unido durante la contienda a las tropas sublevadas contra el legítimo Gobierno de España.
El Tcol.Sacaluga rehusó partir con la Flota hacia el exilio y permaneció en su puesto hasta ser detenido por las fuerzas fascistas que ocuparon Cartagena. Sus manos estaban limpias de sangre y no temía graves represalias de los sublevados. Se equivocaba.
«Sentencias cumplidas:
«Esta mañana a las diez ha tenido lugar la ejecución de la sentencia contra el que fue Comandante Maquinista Don Benito Sacaluga Rodríguez y el cabo Fogonero Juan Escobar Rodríguez. El acto de la ejecución se verificó en el muelle de Carbones de este Arsenal, asistiendo la fuerza de Infantería de Marina, el personal de La Maestranza de este Arsenal y comisiones de los distintos cuerpos de la Armada Terminada la ejecución desfilaron ante los cadáveres todas las fuerzas que habían formado, al grito de Viva España.»
Una mañana, ya acabada la guerra, Juan que entonces tenia 15 años se sitúo en un promontorio en el Barrio de la Concepción, cerca de la rambla de Benipila desde donde se podía ver el patio de deportes del Arsenal Militar, ya que la muralla tenia una altura inferior a la actual, desde allí pudo ver un grupo de hombres armados, entre ellos reconoció a uno, era el sin duda, D. Benito. Le había servido las muestras de comida en la sede del Estado Mayor donde trabajaba como pinche de cocina.
«D. Benito fue conducido cerca del muro donde ya no le podía ver, pero pude oír como un oficial preguntó ¿tienen algo que decir?….y se pudo oír en voz alta, ¡VIVA LA REPÚBLICA!. Sin duda alguna era Benito Sacaluga Rodríguez. Una persona de trato agradable y entrañable».
“La sangre derramada, la que queda aún por derramar y el gigantesco esfuerzo que está haciendo la juventud española por la libertad e independencia de su Patria tiene que dar el fruto debido.
«Este fruto no lo recogerán los que , llenos de vida y entusiasmo caen gloriosamente, ni los viejos que sobrevivan a la lucha, tampoco lo recogerán en toda su madurez ninguno de los que hoy luchan por tan noble y sublime causa, sino nuestros hijos y nuestros nietos. Ellos serán los que, libres e independientes,lo recogerán en toda su extensión y disfrutaran la espléndida herencia, como los de aquellos que egoístas y atónitos contemplan nuestra gesta allende las fronteras; pues aparte de conseguir por nuestro propio y exclusivo esfuerzo, la emancipación social y soberana independencia, será nuestra victoria un sublime ejemplo a seguir por los proletarios del mundo entero.”
“Nadie ni ninguno deben por lo tanto titubear en las bifurcaciones, ni mucho menos tomar por el «atajo». Y,cuando no se trata de directrices emanadas de nuestro Gobierno, hay que seguir al guía honrado, experimentado, curtido en la noble lucha, de probada lealtad y todo esto siempre que lo haya demostrado más por sus hechos que por sus dichos. Hay que desconfiar de las facilidades para llegar pronto. Muchas direcciones desconciertan o desorientan y se han convertido precisamente en la única causa que hasta la fecha ha motivado la desunión y el atraso de la masa proletaria, sembradas en su camino, indudablemente, por quienes están interesados en su estancamiento para poder explotarla.»
Lo anterior sigue siendo valido hoy, 77 años después y el trabajo está prácticamente sin continuación, se paró en abril de 1.939 y sigue prácticamente parado.