
Tras un periodo largo sin escribir, por accidente inoportuno, me encuentro con una realidad tan poliédrica y absurda y criminal que es difícil ordenar.
Prometí hablar de las revoluciones líquidas en mi próximo artículo, este, pero hay toda una paleta de distracciones varias que nos matan el alma y el cuerpo y se interponen en toda tarea productiva.
Lo de Gaza y lo de Israel, esos crímenes; lo de África en general, el delirio en que ha entrado el mundo, la recomposición del reparto entre potencias y Argentina…, son para una sentada en una mesa del pueblo porque los dirigentes que cobran por eso nos llevan a la ruina; mesas de las serias. Son temas de verdaderamente preguntarse hasta cuando aguantaremos más viendo engendros como la desinformación que nos suministran o queriendo tapar tsunamis con una tapaderilla de fregadero. O viendo series o “Napoleón”, ese alegato de alucinados perversos, neuróticos, completamente idos, que son ya los de la industria americana de las pelis reflejo de los mandamases (del capitalismo todo) que ahora quieren derribar lo que no comprenden y están en la pelea de ir a por Francia, último bastión de la civilización europea.
Ahora quieren abolir Francia como destruyeron la URSS demoliéndola en guerras intestinas y externas, desde el primer día, como destruyeron las ideologías (o lo creen) y están destruyendo los vínculos (o lo creen) o las identidades (o lo creen).
Nada de “un hombre un voto”, nada de igualdad, nada de libertad (cada vez más represión) ni mucho menos fraternidad. La trampa de la diversidad a tope, el “prevalece como diferente y no como ser humano”, fuera derechos humanos, no te digo nada de derechos de trabajador, de simplemente un trabajo, ni digno ni de los otros… Nada de nada. ¿Un hombre? Es un estorbo. Una mujer, más. Por eso se la defiende de boquilla y se la mata con facilidad.
Como quieren matar a los pobres y dejar morir a los jóvenes que no sean de la jet o futuros programadores hijos de tales programadores del Matrix y el chat gtp (esa locura que te da la razón y te crea novelitas de curso barato, letales para tu cerebro).
Tenemos que plantarnos
No nos dejemos distraer más con cuestiones absurdas, tipo el nuevo sueldo anual de políticos, que supera con creces lo que cualquier trabajador con suerte de tener un trabajo pueda cobrar en varios lustros. No dejemos que nos distraigan con cuestiones previstas, como esos pretendidos ascensos al pódium de campeones europeos del auto flagelo y el suicidio. Porque Europa perece, se nos muere con consentimiento de los europeos gerentes del Sistema, esenciales para el desmembramiento de los derechos sociales y el aumento exponencial de as ganancias de los ricos.
No nos despisten más con los vestidos de la reina, que nos importan un carajo, igual que la absurda procesión de las proezas militares de la infanta. Cuestiones de vergüenza.
Y ahora este suma y sigue: Te encuentras con algunas concesiones al pueblo, a los viejos que sobrevivieron a la masacre de las residencias covid, para jóvenes o inmigrantes o minusválidos en algunos supuestos, que se anuncian pero nunca más se hace publico seguimiento.
Pero son parches en una bici que no corre, con las ruedas pinchadas. Y es que lo que en esencia no funciona, no se arregla.
No solo el paro crece o la precariedad sigue por las nubes, sino que no se pone en marcha un teléfono de atención al parado en condiciones, y de reinserción, ni se reabren las oficinas chapadas desde el virus. Apertura como corresponde, puertas abiertas para servir al pueblo más agobiado, necesitado, con derechos, con facilidades para la cita previa, sin exigencias, con amabilidad. Todo ello en funcionamiento real, con funcionarios reales, formados, atentos, serios, funcionales, operativos, aptos.
Que expliquen los políticos a este pueblo paciente por qué se cae y se descuelgan las páginas más esenciales, y no funciona la CAM, que uno no se explica por qué está transferida a su página el sellar el paro, o los cursos de formación, por ejemplo a la Comunidad que te toque, si los parados tienen que estar, es su derecho, y están de hecho, registrados en el INEM, que es estatal. Si somos todos parados en cualquier localidad. Cualquier cosa hecha debería ser, se justifica, para facilitar y acercarse al ciudadano, no para poner barreras, maltratar. Y si no es para facilitar, se da marcha atrás.
El Ministerio debe tomar cartas en este descontrol, eso es lo que tiene que hacer.
Tanto calvario para sellar los parados: un servicio que siguen sin funcionar día sí y al siguiente, también, el día menos pensado, sin avisos, sin instrucciones, sin alternativas informadas; el día que le da la gana al que mueva los hilos o sea un ineficaz, también, sí, cuando más se necesitan páginas clave, caen… Y el teléfono de último recurso, lo cobran, te lo dicen con total desfachatez, ese 060 que es una cruz. Te obligan a estar una hora o más al aparato para que finalmente alguien, la voz de un robot con apariencia de humano, en realidad un humano sin escrúpulos, ser obediente y robotizado, sin vergüenza de lo que hace, insulte a tu inteligencia. ¡Una hora o más para que no te resuelvan nada! Y sí, te tomen el pelo con el manual de instrucciones de cómo tomarte el pelo en la mano, siguiendo punto por punto
Tampoco en lo que concierne a la Seguridad Social encuentras el camino.
Al pobre que le den. Y luego de grabar, se ríen porque alguna llamada se quedó con micrófono abierto, no se colgó bien y se sabe…; comentan, qué gracioso es, qué rebote tenía no sé quién… La mala educación que viene de más allá del “Vuelva usted mañana” que relató Larra.
No, no están ahí estos “servicios públicos” que para qué… Ni que puedas cumplir con las estúpidas obligaciones que ponen en el INEM, ni pedir cita en Tesorería de la “Seguridad” “Social”, después de haberse sacado del fondo común de los pensionistas para otros menesteres que no eran de esa hucha común hecha a sudor y lágrimas por los trabajadores para luego… Ni tener camino para pedir cita para ir a informarse de la jubilación.
A la gente nos maltratan estos servidores públicos, que no se enteran de qué son y se creen algo distinto a lo que son, que no recibieron la formación mínima para resolver, que actúan como esos killers de esas empresas depredadoras, que te aplastan.
Los trabajadores, que tras una larga travesía por el proceloso mundo laboral fueron pasto de maltrato por el patrón, la multinacional, la mierda de todo, mientras los sindicatos (sus cúpulas) sesteaban y engordaban por no hacer ni el huevo, o cobraban por ERE gestionado, tanto por tantos despedidos igual a miles…. Esos trabajadores, hecho su recorrido, peleando cada día, ellos con sus luchas, ahora tienen que soportar sandeces, diversiones a su costa, burlas por parte del de arriba y del de la ventanilla interna y cerrada y protegida por seguratas. Seguratas en todas las puertas del INEM que no te atiende sin una cita previa que no te dan en teléfonos que te dejan en espera y jamás responden.
País cada vez más desordenado y crispado donde no se encierra a los fascistas alborotadores de su particular cruzada y vergonzosa, contra la democracia. Ni se les ponen esas multas cuantiosas que pedían los de apellidos franquistas para los de la kale borroka. ¿Dónde están hoy esos apellidos nacionalistas pidiendo eso? Ni se dotan psiquiatras para los pobres desnortados que piensan que van a quitarle el Museo del Prado a Ayuso…, como si fuera suyo, que ponen los libros de Sánchez boca abajo, para los que le ponen de vuelta y media, o que piensan que los accidentes de trenes también son contra la lideresa de la libertad, la menda de Madrid. “Algún boicot, será”, te dicen los alucinados. Y si no lo son idiotas, y si son de juzgado de guardia, tampoco se les pone en su sitio.
Exigencias y no peticiones
Exijo una ventanilla única, de la que alguna vez he hablado, la tenemos que exigir, donde la gente normal y corriente pueda, podamos ser atendidos de todo, ni por Ayuso ni por ayusa. Los representantes nuestros que ponemos como Estado que constituimos, deben ser llamados de una vez a trabajar, a través de los ministros de marras, que deben ejercer. Se debe abrir de nuevo la Administración. Físicamente y también on line con accesos y ayuda funcionarial para el acceso, para que podamos todos acceder cómodamente. Sobran cursos para invertir en Bolsa, ¡qué bromazo!, y faltan estos. Eso es la política y no tanto postureo.
Y funcionarios, faltan: que se doten puestos, que se prepare a funcionarios educados, que los formen para que entiendan lo que son y que están al servicio de todos y no de los que les han facilitado la vida. Ni de ningún partido.
Esa ventanilla única nos tiene que proporcionar ya mismo ayuda e información, claridad para enterarnos de todo, para que cualquier ciudadano pueda concurrir a las ayudas, a las viviendas, a los supuestos viajes gratis en cualquier sitio en transporte público, a la atención de salud mental, a la salud en general, para hacer sus trámites. Para todo. Y dejar de gastar en chorradas, por ejemplo, en subvencionar maquinaria burocrática, de dotar presupuesto para alienaciones en la tele pública, violencia, programas de Epi y Blas con presentadores de baile San Vito, completamente espídicos, alterados, contando gilipolleces.
Se necesita hacer una estadística del paro real, como se necesita Cultura y Sanidad pública, evitar que los sanitarios se tengan que marchar a otros países una vez formados, que los médicos pasen a la privada, que los maestros se desesperen. Se necesita Escuela y sacar a la luz el malestar sumergido, la pobreza sumergida, completamente oculta, dar cursos de iniciación a la cordura, atención real a las cuestiones reales, de desintoxicación de dependencias en preadolescentes y adolescentes y adultos, por ejemplo, a redes, a juegos, a otras drogas, a lo gore.
Tenemos que empezar a exigir. Parar las guerras. Encender la paz o nos comerán los últimos restos que nos quedan.
Y dejarnos de cuentos porque las revoluciones líquidas producen estas cosas: que nos coman… O a Mileis, que lo mismo; los anarquismos fascistas, las falsas ilusiones. No son otra cosa que esa cosa sin pies ni cabeza que los jovencitos ya abducidos no llaman cosas “viejunas”. En realidad solo son cancelados y viejunos los que no siguen el rollo infantiloide y no dan alas ni siquiera sin querer a las tesis que quiere el Sistema, el poder. Y no dan alas porque tienen cuidado y tablas. Y renuncian a que no se haga más que pelar la pava.
Revoluciones que denomino líquidas son esas de “vamos y a lo que salga”, de probar, de perder, de seguir en el guindo, de alimentar delirios y falsas expectativas. Porque sin un objetivo, sin un rumbo hacia él, sin una organización, sin realidad de pisar suelo, sin verdades, esas revoluciones no son más que alienar mayúsculamente a los ya verdaderamente castigados.
La primera tarea debe ser hacer que los poderosos entiendan que no estamos haciendo precisamente una carta a los Magos.
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