Los facultativos hemodinamistas denuncian que el gerente del centro no adecue sus condiciones laborales y retributivas para aplicar adecuadamente el llamado “Código Infarto”.
Después de que esta semana los profesionales de Enfermería protagonizaran varios días de huelga a las puertas de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarenade Sevilla, los médicos de los servicios Endovascular y Hemodinámica de ambos centros también han decidido sumarse a las movilizaciones, y ya han convocado una huelga para los próximos 9 y 10 de mayo, de 8:00 a 11:00 horas, así como para el día 16, de jornada completa, en protesta por las condiciones laborales generadas a raíz de la implantación del llamado “Código Infarto”.
Según los profesionales, el desarrollo del programa conlleva un incremento de la actividad profesional, que no ha sido reconocida por la Consejería de Salud. El “Código Infarto” implica así la disponibilidad de un equipo especializado en menos de 120 minutos, desde el primer contacto con el paciente para hacer una angioplastia primaria, en los casos de infarto agudo de miocardio que la requieran.
“Mantener este programa tiene un alto impacto en unidades de Cardiología Intervencionista, ya que implica que el personal, que esté localizado, debe tener disponibilidad inmediata pues la activación del protocolo se produce, en más del 65% de los casos, fuera del horario laboral, en noches y fines de semana”, explican.
Desde hace un año, continúan, los profesionales están tratando de solucionar estos problemas sin que se haya producido acuerdo alguno. Para los especialistas, “la gota que ha colmado el vaso”, ha sido la fallida entrevista con el director gerente del Virgen del Rocío y Virgen Macarena, Manuel Romero, que “literalmente nos ha dejado tirados al suspender la reunión que tenía prevista con los profesionales y el Sindicato Médico”. A ello se suma que, “no es la primera vez que por problemas de agenda no atendía las quejas del colectivo”.
El Sindicato Médico de Sevilla ha expuesto que “está y estará siempre con la defensa de los derechos laborales y profesionales de los médicos, intentando por todos los medios procurar la negociación y el acuerdo antes de tener que tomar medidas tan drásticas como la huelga”. Sobre todo, concluyen, cuando se produce por la incompetencia de una Dirección Gerencia que da más valor al silencia que al diálogo y la conciliación”.