Historia: LAS 17 ROSAS DE GUILLENA


Arantxa Carceller. Como es el caso de aquellas trece mujeres, que la historia llamó las TRECE ROSAS: Carmen Barrero Aguado; Martina Barroso García; Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez; Julia Conesa Conesa; Avelina García Casillas; Elena Gil Olaya; Virtudes González García, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, trece mujeres inocentes que fueron fusiladas en la tapia del cementerio del Este, por la represión de la dictadura del ejército franquista en Madrid, el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar la Guerra Civil. Su crimen. No ser partidarias del régimen dictatorial del General Franco.

Durante la guerra, y especialmente, durante los años de postguerra el FRANQUISMO torturó y asesinó a más víctimas de las que se cobrase el ejército legítimo, el republicano. “Tras la victoria definitiva de los rebeldes a finales de marzo de 1939, alrededor de 20.000 republicanos fueron ejecutados. Muchos más murieron de hambre y enfermedades en las prisiones y los campos de concentración donde se hacinaban en condiciones infrahumanas”, explica el historiador Paul Preston en su libro El Holocausto Español. “Los generales Mola, Franco y Queipo de Llano, tenían al proletariado español en la misma consideración que a los marroquíes: como una raza inferior a la que había que subyugar por medio de una violencia fulminante e intransigente”. Bien demuestra Preston en su obra como el asesinato de republicanos fue mayor por los rebeldes que al contrario, disparándose la cifra tras la Guerra civil.

Estos días hemos conocido a la última víctima del Franquismo, el juez Baltasar Garzón, quien acusado por Manos Limpias se ha sentado en el banquillo por declararse competente para investigar las “violaciones de derechos humanos” cometidos durante la Guerra Civil y el Franquismo. Gracias a este patético hecho, todos hemos sido testigos de testimonios estremecedores, voces que no piden venganza, revancha, ni siquiera la ejecución de aquellos culpables, tan sólo buscan un reconocimiento, porque hablamos de las víctimas de ETA, hablamos de las dictaduras allende nuestras fronteras, condenamos la tortura y el asesinato de cualquier dictador, sin embargo, cuando toca mirarnos el ombligo ponemos un sinfín de excusas. Se oye aquello de pasar página, que aquí todo fue distinto, etcétera, etcétera, y muchos más etcéteras. No obstante, para pasar página como dicen, y sobre todo, para que nuestro país crezca democráticamente, tenemos una asignatura pendiente: CONDENAR EL FRANQUISMO, porque la HISTORIA todos la conocemos y no hay que avergonzarse de lo ocurrido,  y si a alguien le intimida que el apellido de su familia se vea salpicado en algún crimen que piense que a lo verdugos no les tembló el pulso cuando ejecutaron a gente inocente cuyo único crimen fue ser REPUBLICANOS.

Ellos solo piden JUSTICIA, así lo declaró una mujer que perdió a su madre cuando tan solo era una niña, porque se la llevaron a declarar  y la mataron por el camino; o la voz de una hermana, que perdió a su hermano, fusilado en la misma puerta de casa, y durante cuarenta años estuvo aguantando que el verdugo de su hermano a su vez el cartero día tras día al llevarle su correspondencia le preguntase por su hermano muerto; o aquella hermana que fue avisada al instante de llevarse a su hermana embarazada y su cuñado dejando solos al resto de críos en casa, sabiendo la guardia civil que las mujeres embarazadas no podían ser fusiladas, sin embargo, cuando la hermana llegó los verdugos le dijeron que no se preocupara que ya estaban fusilados y su hermana había recibido el tiro de gracia en la barriga… Y así, muchos más, y muchos más… que fueron secuestrados de sus casas, hechos presos, torturados y asesinados. Lo vimos muy claramente en la película alemana El experimento, si a un hombre le das poder y un arma, podemos aplicar aquella premisa de Hobbes: el hombre es un lobo para el hombre”. Ocurrió lo mismo en los campos de exterminio nazi, hombres sencillos, zapateros, panaderos u obreros, se convirtieron en sádicos asesinos. Y aquí, en España, por desagradable e incomprensible que nos resulte sucedió lo mismo. Por ello, debemos entender a las víctimas, porque desgraciadamente aún buscan los cuerpos de sus familiares desaparecidos, porque no saben dónde llevar un ramo de flores, rezarle unas oraciones, o sencillamente, donde visitarle o anhelarle, porque sus cuerpos fueron arrojados como perros en los caminos, bajo tierra, sin conocimiento de sus seres queridos. Además, porque España vivió 40 años de dictadura, de retroceso e injusticia, donde las mujeres estábamos obligadas a servir como perfectos ángeles del hogar al padre, hermano, marido e hijo, porque muchos se exiliaron sin poder regresar a su patria natal, porque muchos otros fueron asesinados, y todo, por ser REPUBLICANOS, por defender la LIBERTAD, el, PROGRESO, la JUSTICIA, la IGUALDAD, etcétera, etcétera… Y por ello, no tiene sentido que el único juez que ha reunido el valor suficiente para investigar los crímenes del FRANQUISMO y ordenar la exhumación de fosas comunes este ahora en tribunales, porque aún hay muchas fosas, llenas de nombres, de vidas sesgadas, de inocentes…

Las 17 rosas de Sevilla

Es el trágico caso de las 17 ROSAS DE SEVILLA… Al igual que las trece rosas mencionadas más arriba, estas 17 mujeres fueron fusiladas por ser hijas, hermanas o novias de republicanos, tan solo eran jóvenes que jamás pudieron envejecer, ni casarse, ni ver a sus hijos crecer y ni mucho menos cumplir todos sus sueños o anhelos.

El lunes 23 de enero de 2011 se iniciaba la exhumación de una fosa común bajo la hilera de nichos del cementerio de San José de Gerena. Allí se han encontrado los cuerpos de 17 mujeres, una o dos embarazadas, de 24 a 70 años, esposas, hijas y hermanas de republicanos. Estas 17 mujeres pertenecían a la población de Guillena, Sevilla, pero fueron fusiladas en Gerena. Además, se localizaron hasta 23 niños y bebés que murieron por la hambruna que hubo en España entre 1939 y 1950, según atestiguó el arqueólogo de la excavación.

Los restos de las 17 mujeres que se esperan localizar son Eulogia Alanís García, Ana María Fernández Ventura, Antonia Ferrer Moreno, Granada Garzón de la Hera, Granada Hidalgo Garzón, Natividad León Hidalgo, su hermana Rosario, Manuela Liánez González, Trinidad López Cabeza, Ramona Manchón Merino y Manuela Méndez Jiménez. También se espera encontrar los restos de Ramona Navarro Ibáñez, Dolores Palacios García, Josefa Peinado López, de su hermana Tomasa, Ramona Puntas Lorenzo y Manuela Sánchez Gandullo. Todas jóvenes, a excepción de una de ellas, Granada Hidalgo, quien con 70 años su único pecado fue saber leer. A todas ellas las raparon, las humillaron, les hicieron beber aceite de ricino, las pasearon por todo el pueblo y, luego, las fusilaron.

Y es en estos días, donde ya hemos amanecido en una sociedad democrática donde sus nombres vuelven a salir a la luz, para estremecernos e invitarnos a la reflexión, un velo de silencio parece seguir cubriendo su fosa. Todas ellas siguen sin recibir toda la ayuda que se merecen, porque el único juez, Baltasar Garzón,  que ha luchado por todos aquellos que aún yacen varios metros bajo tierra, ha sido sentado en el banquillo de los acusados mientras gran parte de la sociedad mira hacia otro lado.

Por todo ello, por hablar del pasado, por exigir reconocimiento y dignidad, por las exhumaciones de fosas comunes  ¿de verdad se creen que los familiares de las víctimas del FRANQUISMO esperan venganza? Sorpréndanse, porque la respuesta es un sencillo NO. Solo buscan y exigen el reconocimiento de las víctimas  y así su dignidad, porque sus familiares se lo merecen y se lo deben a sus seres queridos, y con ellos, nosotros, toda la sociedad española. Es nuestra responsabilidad. Luchar por esos nombres, para poder pasar página, para poder hacer justicia al pasado, señores y señoras, a la HISTORIA, a esos hombres y mujeres que tan solo querían una sociedad más justa.

Los Ojos de Hipatia