ELX: Abrimos la campaña por la huelga en la ciudad con un acto junto a CCOO, Intersindical y UGT


Este sábado, los Republicanos dieron el pistoletazo de salida a la preparación de la Huelga General del próximo 29 de marzo en Elche, con una mesa redonda en la que participaron destacados representantes de los sindicatos CCOO, UGT e Intersindical.

El representante de Republicanos destacó que los trabajadores han estado a la altura de las circunstancias con las movilizaciones y planteó, como elementos centrales del trabajo de la izquierda en las próximas semanas, la unidad, la movilización creciente, antes y después del 30 de marzo, y la definición de objetivos y alternativas de carácter político. Para ello, llamó a los sindicatos presentes y al resto de entidades sociales y políticas a articular plataformas de preparación de la huelga, a formar comités unitarios en los centros de trabajo y estudio y a extender el ambiente de movilización, y ofreció toda la capacidad política y humana de Republicanos para emprender esta tarea.

Abrió las intervenciones el representante de Intersindical ValencianaAntonio Ñacle, quien hizo un repaso del contexto social y legal en el que se ha producido la última reforma laboral, marcado por una larga serie de imposiciones y acuerdos lesivos para los trabajadores. Ñacle afirmó, en este sentido, que esta nueva norma supone en la práctica el fin del Estatuto de los Trabajadores, al establecer la desregulación de las relaciones laborales en todos los sectores, incluido el público.

El veterano sindicalista, miembro también del STE-PV, anunció un proceso masivo de sustitución de trabajadores con más antigüedad por otros jóvenes y con menos derechos y salario, utilizando esta reforma, lo cual permite augurar un porvenir de empobrecimiento de la sociedad. Por último, denunció los argumentos falaces en los que se basan la reforma y los recortes (el “privilegio” de tener trabajo y la “falta de recursos” del Estado), con los que se pretende producir un descenso generalizado de las condiciones laborales, así como el desmantelamiento de los servicios públicos; reclamó una reforma fiscal profunda para conseguir los recursos necesarios para asegurar esos servicios y llamó a utilizar la lucha contra la reforma laboral como un período de preparación y de movilización en la calle para que los trabajadores retomemos la iniciativa.

A continuación, Jaime Esquitino (FSP-UGT) desgranó algunos de los aspectos más importantes de la reforma laboral, como el aumento del período de prueba, el poder absoluto de decisión del empresario sobre las condiciones de trabajo, la posibilidad de llevar a cabo ERE sin autorización administrativa y el fin de los salarios de tramitación (pese a que los juicios se están demorando más de un año desde que se producen los despidos, con el consiguiente desamparo para los trabajadores).

Cerró la ronda de intervenciones sindicales José Ángel Quero, de la FSC de CCOO, que desarrolló una amena y profunda explicación de las implicaciones de la reforma laboral, con numerosos ejemplos extraídos de las condiciones cotidianas que están viviendo miles de trabajadores en las empresas alicantinas. Destacó, así, que la reforma destruirá cientos de miles de puestos de trabajo, y que sólo producirá un tipo de empleo, en caso de que se inicie la recuperación económica, tremendamente barato y sumiso. Negó que se pueda tachar a la normativa laboral de «obsoleta y antigua», como hace la CEOE, cuando nuestro país ha sufrido 52 reformas laborales, y atribuyó la responsabilidad de la situación al modelo de crecimiento.

Quero recordó también que fue el PSOE el que, con sus reformas, abrió la puerta a los ataques que ahora retoma el gobierno de Rajoy, en cuestiones como las condiciones para el despido (que ni siquiera exige ya que haya pérdidas en las empresas), la modificación unilateral de las condiciones de trabajo por la empresa y la entrada de las ETT en las administraciones públicas. Asimismo, al referirse al nuevo contrato de formación, denunció que se está produciendo un trasvase masivo de las rentas del trabajo a las del capital, a través de unas bonificaciones en las cuotas ala SeguridadSocialque están produciendo el déficit de los fondos de ésta, lo cual es utilizado, a su vez, para justificar el ataque a las pensiones.

En definitiva, Quero calificó la nueva norma como «una reforma clasista, porque se hace en beneficio de los intereses de la clase social dominante, y con el fin de inocular el miedo entre los trabajadores». Denunció la enésima campaña contra el sindicalismo confederal y de clase que, una vez más, han emprendido los medios de comunicación ultraderechistas, y reivindicó la representatividad de los sindicatos frente a quienes quieren «acabar con estos instrumentos de resistencia», llamando por último a la organización y la unidad para hacer frente a los ataques.

La última de las intervenciones de la mesa, antes de dar paso a un animado debate entre los asistentes, correspondió a Sergi Sanchiz, de Republicanos, quien señaló que la respuesta en la calle de los trabajadores y de la ciudadanía en general ha sido ejemplar y contundente, como se ha visto a lo largo de las numerosas jornadas de movilización que llevamos en el País Valenciano, superando las divisiones y la propaganda antisindical y reclamando una «lucha abierta contra el Gobierno» porque, señaló, «nuestra gente sabe que, si no vencemos el miedo y la resignación que intentan extender, podemos sufrir una derrota histórica».

Sanchiz señaló que debemos olvidarnos del modelo basado en la concertación, finiquitado por la patronal y los políticos a su servicio, y convencernos de que hemos entrado en una etapa de lucha sostenida, en la que no cabe sustituir la movilización por la negociación, sino que ésta es imposible sin una fuerte presión de los trabajadores en la calle. Defendió también que tanto la oferta de negociación del Decreto de recortes valenciano, como la flexibilización del objetivo de déficit por parte de Rajoy, indican que la movilización de los trabajadores y de los jóvenes ha surtido efecto, al constituir un aviso de lo que puede suceder en la calle si el Gobierno prosigue con sus brutales ataques. Y que, si bien Rajoy prefiere una «batalla en campo abierto» como la huelga, porque cree que ésta puede fracasar y así doblegar al movimiento obrero, el paro es necesario «y además es un acierto haberlo planteado antes de la aprobación de los Presupuestos del Estado». Pero, aclaró, «la huelga general no es un punto de llegada, sino un hito en un camino que será largo y duro». El representante de los Republicanos destacó ante todo que, como mucha gente ha advertido ya (tras el pacto para la reforma constitucional, y dado el apoyo que Rubalcaba está dando a Rajoy para flexibilizar los recortes, pero sin renunciar a ellos), «no basta con cambiar de “equipo”; es necesario un cambio en profundidad, un nuevo marco político que dé el protagonismo a la mayoría de la sociedad, a los que vivimos de nuestro trabajo, si queremos salir de la crisis y no vivir mucho peor, y eso, en España, lo representa la República». La huelga general sería, en fin, un punto en un proceso más largo para frenar los recortes, por lo que, insistió, «la movilización debe continuar e intensificarse a partir del 30 de marzo».

En este sentido, Sergi Sanchiz destacó tres elementos que deben sintetizar el trabajo de la izquierda (social, política, sindical…) en las próximas semanas: unidad, movilización sostenida y la definición de objetivos y alternativas de carácter político.

Así, concluyó, «es evidente que la oligarquía empresarial y financiera controla este país, utilizando las instituciones del régimen para imponer su voluntad a la mayoría de la sociedad». En consecuencia, dijo, «debemos iniciar urgentemente un proceso de movilización que implique a todas las organizaciones de izquierda, para hacer frente a las agresiones», incrementando las acciones de debate y rechazo entre las masas trabajadoras, implicando a asociaciones de vecinos, a las AMPA, al profesorado que está organizándose contra los recortes, a los estudiantes y, por supuesto, a los autónomos. E insistió en la necesidad de organizar grandes y seguidas movilizaciones en la calle, dado que muchos trabajadores de las PYME no van a poder ir a la huelga por temor a perder su empleo, pero sí estarán dispuestos a salir a la calle. Para todo ello, llamó a los sindicatos presentes y al resto de entidades sociales y políticas a articular plataformas de preparación de la huelga, a formar comités unitarios en los centros de trabajo y estudio y a extender el ambiente de movilización, y ofreció toda la capacidad política y humana de Republicanos para emprender esta tarea.