
Mucho menos clara es la razón por la que tampoco los partidos y organizaciones de izquierda quieren plantear la cuestión. Al contrario, siempre que se les pregunta contestan que «no es el momento», que es un asunto inoportuno. Hace más cuarenta años que el criminal Francisco Franco nombró sucesor suyo «a título de Rey» al padre del actual monarca, que había jurado fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional o sea, a la legislación fascista, y que se saltó el principio dinástico, elemento esencial de la legitimidad de toda monarquía, pues accedió al trono dejando sin reinar a don Juan que, al parecer, era demasiado liberal para la mentalidad de Franco. Pero, según el PSOE y Podemos, no es el momento. Nunca es el momento de defender el último régimen democrático y legítimo que ha habido en España. Pero siempre es el momento para bailar el agua al Borbón, para defender esta Monarquía impresentable, para ocultar las fechorías de la familia real, para ejercer de cortesano y lacayo «simpático » con el rollo ese de «juego de tronos».
En cuanto al tema, haré una referencia al concepto de «Estado integral» de la II República, revisaré de pasada el fracasado Estado de las autonomías de la Constitución de 1978 y me explayaré en cómo veo la futura organización territorial de una hipotética IIIª República, teniendo en cuenta, como es obvio, que antes habrá que ver qué sucede con Cataluña y si no será más probable que, antes de la IIIª República española, haya una República catalana.
Y, si tal cosa sucede, esa será la mía, pues no quiero morir siendo súbdito de nadie, sino ciudadano libre.
Por cierto, el acto es a las 19:30 y la entrada, gratuita.