Mientras cada día nos cuentan lo malos que son los nacionalismos vasco o catalán (incluso contando los muertos que tienen a sus espaldas cada vez que pueden) tratan de convencernos de que el nacionalismo español es lo natural y deseable. A este falacia es a la que se dedican ahora el neofalangista emulador de J. A. Primo de Rivera, el populista Albert Rivera y Ciudadanos.
No podemos olvidar que el nacionalismo español (el nacionalismo «bueno») es el que dió un golpe de estado contra un régimen legalmente constituido (la II República), desató una guerra civil y ejerció una brutal dictadura de 40 años, masacrando españoles por el «bien» de España y que ha perpetuado su visión de la «España: una, grande y libre» en la monarquía borbónica impuesta por el dictador.