Más de 200 asociaciones solidarias, sindicatos y partidos políticos se reunieron ayer en Zaragoza en el comienzo de las jornadas de Bienvenid@s refugiad@s, como protesta a la situación de los refugiados de Europa. Se trata de un encuentro ciudadano que tiene como objetivo «aunar esfuerzos y transmitir su rechazo por el acuerdo entre la UE y Turquía».
Fotografías, testimonios, experiencias y opiniones fueron compartidos por todos los que se acercaron durante la tarde de ayer a la plaza San Bruno de la capital aragonesa, con el objetivo de tratar el tema de la manera más abierta posible.
Al comienzo de la jornada, varios representantes de las distintas entidades participantes intervinieron para exigir «justicia y solidaridad internacional» que aseguraron «no existe en la actualidad». Más tarde tuvieron lugar varias actuaciones musicales en directo y lecturas de poesía.
Al encuentro acudieron, además, las ocho personas que están realizando un ayuno voluntario desde el sábado pasado. Entre ellos Pedro Arrojo y Jorge Luis, diputados de Podemos en las Cortes. «Es un pequeño sacrificio pero, si esto da visibilidad y ayuda en el llamamiento de la movilización ciudadana, está valiendo la pena», explicó Arrojo.
Más de 200 curiosos y personas anónimas que compartían la causa se fueron acercando durante la tarde. «He venido porque estoy en contra de lo que está haciendo el gobierno y la UE: están vulnerando los derechos de mucha gente», comentó Carlos Ollés, uno de los asistentes.
Otro zaragozano, José Luis Gamboa, quiso compartir su experiencia ayudando a asilados en Lesbos, y comparó los campos de refugiados con los de concentración. «Deberíamos llamarlos desplazados, no refugiados, porque ni siquiera tienen un techo donde dormir», sentenció.
Para hoy se han programado actividades infantiles (como títeres y cuentacuentos), y una serie de charlas y debates para concretar acciones e iniciativas para ayudar a las personas asiladas de cara al verano. La clausura tendrá lugar a las 20.00 horas, con la lectura de un manifiesto.
Fuente: El Periódico