Recibimos ayer con constenación la noticia de la muerte de la compañera Elisa Serna.

Elisa Serna, una de las voces más significativas de la canción social y de protesta en los años 70, antifascista y republicana consecuente, ha muerto a los 75 años en Villalba tras sufrir un infarto, según han informado fuentes familiares.
Elisa Serna, nació en Madrid en 1943 y comenzó su andadura cuando se integró en el colectivo «canción del pueblo» junto a Hilario Camacho, José Manuel Bravo, José Luis Leal o Manuel Toharia.
Después en los años 70 formó parte del grupo de teatro Tábano con la orquesta Madres del Cordero, junto a Moncho Alpuente, Luis Cocodi o Luis Mendo, entre otros, que hicieron posible «castañuela 70» en el teatro de la Comedia de Madrid, un espectáculo revulsivo que significó un antes y un después en el teatro español. En 1972, Elisa Serna grabó su primer disco «Quejido», con la ayuda de Paco Ibáñez. En 1975 también en París grabó dos discos que nunca se editaron en España, uno junto a Imnanol, Eva Forest y Alfonso Satre contra la pena de muerte y los últimos fusilamientos del franquismo, y el otro que firmó con el pseudónimo de María Borroco.
En España también en 1975 se publicó «Brasa viva», considerado su disco más personal y uno de los mejores de su carrera. Después plasmaría sus preocupaciones en «Choca la mano», de 1977, con temas como la situación del Sahara, la represión de la mujer, la situación del País Vasco o la lucha por la democracia.
La poeta y cantante, inconformista nunca dejó de escribir y componer en un vida que siempre estuvo marcada por su compromiso con la sociedad.
Esta tarde, se le ha dado un homenaje presidido por una bandera republicana , siendo despedida por compañeros y amigos, quienes han interpretado canciones en el parque aledaño al tanatorio de San Isidro.
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