
En La Cartuja de Parma dice Stendhal: “El poder absoluto tiene esta ventaja: la de sacrificarlo todo a los ojos del pueblo. ¿Qué importancia puede tener un ridículo que pasa inadvertido para todos? En los próximos veinte años nuestra política va a consistir en temer a los jacobinos. ¡Y en qué grado!… Todo cuanto pueda apaciguar un poco estos temores será, a los ojos de los nobles y piadosos, lo más moral del mundo”. Si a ello añadimos aquello de: “todos nuestros autores conocidos eran individuos pagados por el gobierno o el culto que pretendían socavar”, lo entenderemos. No es premonición, es el arte del poder.
He necesitado calmar mi ánimo para con distancia analizar lo que estamos viviendo. Nos imponen el odio, la Inquisición, la censura, la ley del silencio, lo negro por blanco y viceversa. Donde dice “jacobino” léase ahora “ruso” y vale. La pesadilla me despertó el dulce sueño: se me acercaba el grupo Prisa ofreciéndome “trabajo” y luego un escritor a sueldo haciéndome ver que deben contarse con los dedos de la mano los aún tienen algo que decir y no han perdido el talento por un puñado de dólares. El escritor parecía abatido, fofo, insustancial.
Mi talento también debe flojear pese a la fea pobreza que lo protege pues una persona que conoce mas de cerca el borboneo que desde luego yo, que siempre mantuve distancia con esos tipos, me abrió los ojos: dijo que verdaderamente desvariaba al querer ver algo serio, sustancial, complejo en la vuelta del huido, en el referéndum ridículo sobre Monarquía o República animado por los palmeros del 78, quienes hacen y viven del-el pacto que nos apalancó y ahorca con la soga de los engañabobos y los bienpagaos, que juegan a socavarlo pero no pueden porque es ya su savia.
A juicio de esa persona, el VI está deseando dejar el cargo y le va estupendo que la calle lo pida, que le haga el trabajito, una vez que le “amenazan” –a saber de dónde parte el plan- con que va a ser “transparente” lo que cobra, le van a mirar el ridículo sueldo comparado con las otras fundaciones que hay, aparte de la Lucum, de las que trincar. ¡Ay herencia! “¿Cómo va a renunciar, alma de cántaro, al fruto del robo por hacer aquí un paripé”. “Eso es lo importante -me dijo-: la pasta y no hacer de rey en un sitio donde no le quiere ni el panadero, ni pinta nada ni como embajador en Latinoamérica porque le escupen y le pitan”.
Es decir, que según esto, una vez eliminados los yernos, el hombre a punto de morir ha venido a pactar con Sofía y todos, que dejará su fortuna -amasada a costa de la piel de los españoles y de los encarguitos USA tan bien cumplidos-, a sus tres descendientes y, sobre todo, al macho, que no se va a quedar sin su prenda y dársela a las hermanas, porque “¿cuándo ha renunciado un rey a forrarse? La sal y objetivo de las monarquías, hija, no es la unidad territorial ni otras gaitas, ni son sentimentales ellos, ni ni siquiera el príncipe Henry es tan malote como se hace pintar, sino que todo lo pactan interfamilia y cada cual representa su papel para mayor gloria de la evasión de capitales y seguir reinando donde sea, es decir, seguir chupando… Y así pactan matrimonios y desavenencias. Nadie piensa en Lady Di, cariño. El objetivo, ingenua amiga, es, insisto, chupar y forrarse”.
“Que quedan algo así como dos años para Feijó-Vox o lo que cuadre, pero, sobre todo, para que la niña les cumpla los 18 y se pueda abdicar en ella. Pues bien: ¡En eso trabajan ya todos! Los políticos con el ¿qué hay de lo mío?, afianzar el régimen del 78 o el que mande el Imperio amo ahora, que será otra cosa parecida de chunga. Y el rey, a intentar quedarse con todo: trato y truco, es decir, con la pasta: él, en Abu Dabi también disfrutándola (que se vive mejor allí y se curra aún menos), y con el trono: en su hija. La pasta, a salvo. Y si no le gusta este empleíllo o no la requieren ya, pues otra de veraneo perpetuo”.
“Eso del trono en la adolescente, si no es que antes el santo imperio angloamericano adelanta otros planes made in Langley, donde parió la Transi, esta vez, quizá, si no con un nuevo dictador, con una república desangrada, pobre, amenazada por conflictos territoriales y particiones para crear luego supuestamente la nueva Europa de las regiones y también la nueva África a conveniencia. Europa semi hundida previamente también, a medida del capital, humillada. África, para que no se la quiten los chinos… Ceuta, Melilla, Canarias, Cataluña: La espada de Damocles ya, el relato construido ante hipotéticas reparticiones futuras del nuevo mapa geoestratégico, la inestabilidad del momento, el reclamo también para la resurrección monitorizada de nostálgicos franquistas-golpistas (por si acaso se les necesita en mayor grado). Muchos fachas gritan en medios antidiluvianos con un pie en la tumba, pero con el otro removiendo la mierda hasta el último aliento, sin saber cuán son títeres engañados, instrumentos útiles para el miedo, el coco, sin más recorrido, probablemente, que aburrir. Todo parece estar en el bombo, pero solo un número es el que se ha decidido que salga”.
La ola al nazismo de nuestros políticos
Pero en el trajinar, hay niebla, confusión. Y mientras nos distraemos (es el truco del trilero) nos meten nazismo financiado, que es a lo que deberíamos prestar atención. Nos lo meten en vena, en Canes, en Eurovisión y en los Parlamentos que vienen a ser considerados por los señores de la pasta, un plató más de sus representaciones circenses o Arenas donde nos dan el espectáculo haciendo que se matan aparentes diversas opciones, falso gladiadores, malísimos actores.
Mientras nos enfrascábamos con Nicaragua (intento fallido del golpe de Estado), Venezuela (intento fallido de golpe de Estado), con Siria (rotundo ensayo de las hambrunas, miserias y abusos que ahora preparan en el escenario Europa), crecía un payasete al que nuestros gobernantes y políticos en pleno le hacían la ola. Ellos, que nunca llenaron así de compungidos, circunspectos, seriotes, bien vestidos y respetuosos un parlamento para hablar del paro y la precariedad, de la pobreza, de la exclusión social, de los desahucios, de la matanza de mujeres, de la desprotección de la infancia, del robo de la banca y tantos temas de verdadera alarma social, ellos, digo, aparecían, sí para enseñarnos lo que toca ahora: hacerle la ola a ese tipo rodeado de nazis, entronizado por ellos, embajador de ellos en Europa.
Claro es que los otros temas que jamás les reunieron así (a nuestros políticos) ni formaron el consenso, iban precisamente en el paquete de forrarse, de actuar al servicio de los hombres del puro que se fuman el mundo, de “salir en la foto” como lo que parecen ser: títeres. “Todo contra el pueblo y sin el pueblo”. De remate algunos actuaron “al día siguiente” del envío de armas sin consulta al Parlamento, o de la vergüenza de la entrega unilateral por parte del Gobierno socialista, del pueblo saharaui al rey de Marruecos, en desacuerdo, gritando pegas: parte del circo: ninguno dimitió, ninguno abandonó las prebendas, el Gobierno, el escaño…
Estados Unidos y la vieja raposa que lo dirige todo desde hace un sinfín, hunden Europa y la Europa de Napoleón se les rinde sin batalla, olvidando a Brecht. Nada ya recuerda a Beethoven, Mozart…, Moliere, Mann, Cervantes, Shakespeare, Ferrer i Guardia, Pasionaria, Marx, Proust, Joyce, Engels, Lenin, Rousseau, Louise Michel, Woolf, Corday. Todo aquel -o aquella- que hizo, la Europa que parió el pensamiento, que tuvo a la Grecia no rendida, la España de Galán y Torrijos, y en fin, la Europa que pudo tener y aún puede, otro fin (como cuenta Oliveira: “Una historia hablada”) ¿dónde queda?
Los que hacen hablar a las gallinas en los dibujos animados van ganando y los dejamos sin más como si fueran hombres sensatos, cuerdos, socios, como si no se hubieran convertido, de facto y por su gusto en nuestros enemigos, pues nos quieren matar. Estamos dormidos, dopados. Han decidido con su mente infantilizada que somos su colonia, la novia fea a la que ya no quieren ni necesitan, pero que tampoco quieren que la consiga otro ni siquiera para sus negocios (Rusia, China…). Interesa que se aje y quede destrozada, no importa ya que sea escenario de guerras. Se olvidaron las promesas tras la II Gran Guerra. Es la nueva Cruzada, lo que importa, sea la que sea. Y la Inquisición lo que imponen para hacerla a medida y gusto, sin estorbos… Y masacrarnos…
No es solo un conflicto provocado con epicentro en Ucrania (por el momento), no es solo cerco, acoso e intento de derribo a-de la Federación Rusa, ni solo es el tercer episodio de traición al pueblo ruso. El primero, tras la II Guerra Mundial (olvidando que pusieron millones de muertos, que fueron aliados contra el mal). El segundo: el 91 (final de la URSS). Lo que conllevó todo ello de hambre y destrucción en Rusia y desmantelamiento de los partidos comunistas en Europa, es capítulo aparte. No. Ahora es otro el objetivo último: El fin de Europa y de cada una de sus naciones-Estado. De su cultura, raíz, vida… Comérselo todo, abarcar el mundo entero. Reinar como faraones.
Es la caída de la careta: El nazifascismo lo financia el poder, es su brazo armado. Es lo que nos viene en tsunami ya no disimulado: el imperio extendido como mancha de petrodólares, obligando al frío, a la hambruna en el mundo, a la desigualdad, a la explotación máxima del hombre por el hombre, a la sangre, a la violación, a la ley del más fuerte, más rubio, más blanco, más rico, más ladrón, más sin escrúpulos, más robot. Los demás, les sobran. La eugenesia, pero para el desperfeccionamiento de la especie humana la han seguido desarrollando…
La cultura de la hamburguesa de mierda gigante, del enganche a la liquidación del cerebro humano, es lo que les estamos permitiendo: La destrucción con esa comida basura con el sabor y la pestilencia que sale de las alcantarillas de las ciudades llenas literalmente de ratas: Londres, NY, que desafían a los viandantes y del tamaño de conejos, de zorros pestilentes y amenazantes que esperan en el semáforo a cruzar como tú, de alimañas, suciedad y ruido, donde hace tanto tiempo se abandonó la obra pública, donde los cables están a ras de suelo, arrastrados, y no hay amparo ni cultura, ni el sueldo llega para lo básico, ni hay aceras, ni mujeres de la 5 avenida que no sean de plástico y rellenos silicónicos, donde los hombres de despacho son obsesos del dólar, puritanos y machistas a más no poder, donde se hizo un templo hortera para implantar la ludopatía y la droga: Las Vegas, glorificación del vicio soez, donde los derechos humanos nunca existieron (fueron el trampantojo, el timo) y la libertad solo para quien pudiera pagarla, como la salud y la escuela, donde hubo más racismo que en el mundo entero, donde, desde siempre el desplante, la impasibilidad, la cara agria, la distancia, la hipocresía; donde lo común, la solidaridad, la humanidad… jamás, jamás… Donde solo se puede hablar coherentemente con mendigos, se ha perdido el juicio, la vergüenza, el sentido de la realidad y se está hundiendo Roma en su propio incendio.
La oligarquía (le mandan el mensaje a Putin de que al fin y al cabo había aceptado ya ser uno de los suyos… Pero parece que se equivocaron en el juego de espías, en el tablero del gran juego. Y se la hacen pagar…: los planes estaban hechos de todos modos: Roma no paga siquiera a los traidores que se pasaron de veras…) son ellos que van cambiando de escenario,: Venecia de la ruta de la seda, la de los leones alados; Amberes de los diamantes, La City con su St. Paul; Estados Unidos y su Wall Street de los suicidas de la crisis del 29 (que retratara tan bien el poeta en Nueva York, nuestro Lorca), de su toro embistiendo la estatua liberta por donde entraron todos los esclavos, Down City del horror…: cimientos de sangre, de dolor infringido por los despiadados…, reino de la pasta tras el genocidio de los pieles rojas, de todo indio viviente.
Son ellos con sus engaños y codicia, disfrazados siempre, mintiendo siempre. Que ahora exigen nueva tierra quemada y ponen barreras al comercio y la libre relación de las personas, circulación de las ideas… Son los cuatro jinetes del Apocalipsis, aunque premiaran la obra del genial Blasco Ibañez como convenía entonces, para pasar por liberales y libertadores de su Frankenstein-Hitler, como hicieron la guerra fría cultural dando brillo a cuanto alimentaba sus propósitos: la pederastia, utilizando a Nabokov; el abstracto de las ideas, utilizando a los que supieron superar como hombres y mujeres genio las intenciones y crear verdaderas obras de arte; los psicofármacos, usando hasta “la borrachera” de un elefante parido por “La Compañía” (rama Disney) para ir comiéndole el coco a los pequeños: Dumbo, cuya madre habría matado también con gusto el rey putero y trincón que nos asignaron para seguir con el franquismo que entronizaron…
Y la oligarquía quiere el Apocalipsis final para la gran mayoría de la población mundial. Desafía, no va a parar, tiene su plan… ¿Es eso lo que vamos a aceptar sin rechistar? Enhorabuena, El largo viaje de Semprún no nos enseñó nada. Ni Arendt… Esta vez enfilamos hacia el horno crematorio solitos y con una sonrisa de oreja a oreja, jaleados por los “demócratas” ad hoc, por los fachirulos que sirven al Sistema de ese lobo que viene si no cedes…, por miles de niños Maidán que en cada país representan su “revolución sin ideología”, su propuesta gore de que nos cortemos las tetas a los 12, o los testículos, y nos hormonemos como manda la santa farmaceútica, cargándole la cuenta a los “derechos humanos” de papá y mamá porque hasta los 40 no seremos persona y menos trabajadores independientes sino jodedores en nuestra propia casa por cuenta de los que se forran con nuestra performance. Claudicaremos, lo vamos haciendo, de tranqui, que aquí no nos exterminan sino que nos posmodernizan. Nos rendiremos y dejaremos comer crudos (única carne admitida en la dieta: la humana). Nos suicidaremos como pretenden. ¿O será que no? Es la hora. Tenemos que decir. “No”. Famélicos tendremos menos fuerza, luego, será peor…
*Enriqueta de la Cruz, escritora; periodista
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