
Madrid ha sido escenario hoy quince de octubre, de una manifestación de decenas de miles de pensionistas, jóvenes y mujeres que han reivindicado la revalorización de los salarios y las pensiones conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC).
La manifestación de protesta ha sido convocada por numerosas plataformas de pensionistas de todo el estado amparadas bajo el paraguas de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE) y apoyada por multitud de colectivos y organizaciones populares, vecinales, jóvenes, mujeres y republicanos. Se ha hecho notar la ausencia de los dos grandes sindicatos, UGT y CCOO, a los que los manifestantes, desde los que iban en la cabecera hasta los últimos, han exigido que convoquen una huelga general como se ha visto en diversas pancartas y en los cánticos que proferían (“Hace falta ya una Huelga, hace falta ya una Huelga General”).
Significativa ha sido la expulsión de miembros de PODEMOS de la marcha por parte de los manifestantes que los llamaron “traidores” echándoles en cara que ellos están en el Gobierno y no han hecho nada para dar solución a los problemas de los pensionistas ni de las clases populares.
Significativa ha sido también la abundancia de banderas republicanas en toda la manifestación y los gritos en contra de la monarquía como “Ni banqueros, ni Borbones, aquí defendemos las pensiones”, “Sin ruptura no habrá cambio”, “Blindar las pensiones y no a los Borbones” entre otras.
Multitud de jóvenes se han sumado a la manifestación y junto a obreros y pensionistas han coreado diferentes consignas que no dejan duda del carácter de clase que tenía la manifestación: “La lucha es el único camino”, “La lucha está en la calle y no en el parlamento”, «De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste”, “Juventud combatiente, luchando por el futuro y el presente” o, el más coreado, “Viva la lucha de la clase obrera”.
El grito más oído ha sido el de “Gobierne quién gobierne, las pensiones se defienden” pero también hubo otros contra la privatización de las pensiones, sanidad o educación (“La sanidad no se vende, se defiende”; “Gastos militares, para escuelas y hospitales” son algunos).
Los manifestantes exigieron en toda la manifestación «el fin de la brecha de género» y el fin del «empobrecimiento de los pensionistas«. A pesar de que el Gobierno aumentó a 190.687€ la partida de los Presupuestos Generales del Estado destinada a las pensiones, un 11% más respecto a 2022, las plataformas consideran, con buen criterio, que la partida económica destinada es insuficiente. Los manifestantes reclaman un incremento del «IPC real en salarios y pensiones» y la «no privatización de los servicios públicos«. También piden que las pensiones mínimas sean un 60% del salario mínimo interprofesional, esto es, 15.000 euros brutos anuales. COESPE denunció en sus redes sociales que «Es de sobra conocido que las cuentas de Seguridad Social están muy sanas. Según el Tribunal de Cuentas, es el Estado el que debe a la caja de la Seguridad Social 105.000 millones de euros» y los bancos aun no han devuelto un solo euro de los 68 mil millones que costó su rescate. La sensación de los manifestantes, tras la finalización, era de ánimo, unidad y haber ganado terreno a quienes les niegan sus derechos mas elementales. Este es el camino, la lucha ha vuelto a la calle, que tiemblen los poderosos.
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