El fiscal jefe Anticorrupción entre 1995 y 2003 explica a Gonzo en El Intermedio que «las presiones son bastante habituales»: «Yo las viví también». Además asegura que «el principio de jerarquía pesa más que el principio de legalidad e imparcialidad». Dice que las presiones suelen ser «llamadas y escritos ordenando maneras de proceder» y señala que «pese a que estamos en democracia, el Ministerio Fiscal tiene cierto parentesco al de la dictadura».