
El 17 de enero de 1966, un bombardero B-52 de la USAF (US Air Force) que portaba cuatro bombas termonucleares, colisionó con un avión cisterna en el transcurso de una operación de reabastecimiento en vuelo sobre el cielo de Palomares (Almería). De las cuatro bombas, dos impactaron contra el suelo y liberaron unos nueve kilos de plutonio que el viento se encargó de diseminar por una amplia zona. Seguir leyendo Aumentan los barcos de la ‘Navy’ en Rota y el americio de la ‘Air Force’ en Palomares