MADRID/BARCELONA (Reuters) – Cataluña buscará el lunes a declarar la independencia, dijo una diputada del gobierno regional catalán, mientras España se acerca a una ruptura que tensa su sistema democrático y ya ha afectado a los mercados financieros.
Los grupos Junts Pel Sí y la CUP, que tienen mayoría en el parlamento catalán, han pedido a la Mesa de la cámara regional que el próximo lunes se celebre el pleno para discutir la declaración de independencia unilateral. La declaración vendría después de esa votación, aunque sigue sin estar claro cuándo.
«El Pleno de valoración de los resultados del referéndum y la declaración de independencia está convocado para el día 9 de octubre», dijo la diputada catalana de la CUP Mireia Boya, tras la junta de portavoces de la cámara, en un tuit recogido por su formación.
El presidente catalán Carles Puigdemont, quien tiene prevista una comparecencia pública el miércoles a las nueve de la noche, dijo anoche en declaraciones a la BBC que el Parlament declararía la independencia de forma unilateral «en cuestión de días».
La intervención de Puigdemont se producirá 24 horas después de que el rey Felipe VI lanzase un duro mensaje contra su gobierno en una declaración extraordinaria al conjunto del país.
La crisis constitucional en España, la cuarta mayor economía de la zona euro, ha afectado al euro y ha golpeado a las bolsas y los bonos soberanos españoles. El Ibex-35 caía por debajo de los 10.000 puntos el miércoles, la primera vez que lo hace desde marzo de 2015, lastrado por el sector bancario.
En un intento por dar confianza a los mercados, el ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo que los clientes de los bancos catalanes no tienen nada que temer.
Caixabank, la mayor entidad bancaria de Cataluña, envió el martes una circular interna a sus empleados en la que aseguró que el objetivo único del grupo es «proteger los intereses de sus clientes, accionistas y empleados, garantizando la integridad de los depósitos»
DECLARACIÓN INSTITUCIONAL
En su discurso del martes, el rey refrendó la actuación del Ejecutivo central y dijo que el Estado actuará para cumplir con la legalidad.
El referéndum secesionista no autorizado del domingo y la discutida actuación policial han dado alas al movimiento independentista y tensado las posiciones para una posible negociación por la que clama la comunidad internacional.
Miles de catalanes salieron a las calles el martes en un paro para protestar por la actuación policial durante el referéndum, con un seguimiento considerado «masivo» por las autoridades regionales, que vio cortes de transportes, cierres de negocios y elevó el nivel de tensión con una región que supone un quinto de la economía española.
En la declaración extraordinaria del martes, el jefe del Estado abrió la puerta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permite adoptar medidas drásticas para proteger el interés general si una región incumple sus obligaciones o actúa en contra del mismo.
«Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña basado en la Constitución y el Estatuto de Autonomía», dijo el Rey en el Palacio de la Zarzuela en un duro discurso en el que no mencionó la palabra «diálogo».
EUROPA OBSERVA
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se enfrenta a un enorme reto para desactivar la independencia en la región sin que haya más agitación.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha apoyado su argumento constitucionalistas, pero algunos miembros del bloque han criticado sus tácticas. Tusk ha pedido a Rajoy que busque maneras de evitar una escalada en Cataluña y el uso de la fuerza.
En el pasado, Bruselas ha dado poco o ningún aliento a movimientos separatistas dentro de la UE, y su principal economía, Alemania, reiteró el miércoles que es importante mantener el imperio de la ley en España para preservar la estabilidad.