En el fascismo español, unos mueven el árbol y otros recogen las nueces


Acto vandálico en el monolito en homenaje a las víctimas del nazismo

Este pasado 27 de diciembre, el monumento instalado en el Jardín de Los Huertos de Segovia, en memoria de los segovianos deportados a los campos de concentración nazis, sufrió un ataque fascista pisoteando la dignidad de los allí recordados, de sus familiares y de todo biennacido.

El monumento fue inaugurado el pasado 28 de enero de 2019. Con este monumento, el Foro por la Memoria de Segovia afirmaba que la ciudad se situaba a la altura de otras ciudades europeas que construyeron su democracia en las bases del antifascismo y en el recordatorio del horror de las políticas de segregación racial y de persecución política en Europa. El monumento incluía una placa con la siguiente inscripción “A los segovianos deportados a los campos de concentración por defender la libertad frente al franquismo y el nazismo”.

A un mes de cumplir un año de su inauguración, quienes se sienten herederos de estas ideologías y políticas del odio, han arrancado la placa, enalteciendo el nazismo con una esvástica pintada en el mismo lugar que ocupaba la placa. Siendo un acto repugnante contra la dignidad de los segovianos que dieron su vida por la libertad y por la II República, desgraciadamente, no es un acto aislado, y actos como este se multiplican en España y en la mayoría de las ocasiones quedan impunes.

Debemos entender por qué se producen estos actos, para poder combatir la ideología que se esconde detrás de ellos.
La Ley de Amnistía de 1977 puso en igualdad de condiciones a verdugos y víctimas, y la Jefatura de Estado fue una herencia directa del franquismo al nombrar el dictador a Juan Carlos I su sucesor, y éste a su hijo Felipe VI en una coronación exprés sin las más mínimas garantías democráticas. Por ello, es comprensible que con esos mimbres el fascismo nunca se fuera, sino que ha estado siempre latente e incrustado dentro de los poderes del estado, marcando la dinámica de éste y esperando su oportunidad para resurgir con toda su crudeza.

Hoy lo hace con fuerza al calor de la convivencia amigable de PP, Ciudadanos y Vox, un mismo dragón con tres cabezas de un nacionalismo excluyente que está absorbiendo la sociedad, y ante la incapacidad de la izquierda de enfrentarse a eso.

Ese discurso nacionalista excluyente y esa práctica antidemocrática dentro de las instituciones en las que gobiernan o controlan, como la justicia, son el motor del fascismo en España, que tiene su versión más explícita en actos como el sufrido en el monolito segoviano, pero que no son otra cosa más que el síntoma de algo aún más profundo y grave.

A nadie le puede sorprender lo que ha sucedido en Segovia, cuando semanas antes, el actual alcalde de la capital de España, un mediocre profesional de la política y el enchufismo, se permitía con toda prepotencia, naturalidad e impunidad por parte de la justicia, y sin apenas oposición social y política, retirar el homenaje a sus compatriotas y vecinxs fuiladxs por el franquismo, casi 3.000 mujeres y hombres asesinadxs por el fascismo español entre 1939 y 1944. Un acto intolerable en cualquier sociedad que se defina como democrática y que retrata muy bien el momento de extrema gravedad en que se encuentra la sociedad española.

Lo hemos podido ver, también, el pasado día 6 de diciembre, cuando miles de personas se manifestaban en Madrid contra la Constitución monárquica, mientras, en el parlamento, todos los estamentos allí presentes del arco parlamentario normalizaban, una vez más, a lxs mismxs que alientan este tipo de conductas. Estas actitudes y otras muchas blanquean el fascismo y este tipo de actos vandálicos. En el fascismo español, unos mueven el árbol y otros recogen las nueces.
Contra los mismos no cabe otra cosa que una respuesta contundente y clara, una respuesta de unidad y un proyecto común con el que enfrentarse a la idea de España de esa derecha fascista.

Desde Segovia Decide-Comité por la República seguiremos ofreciendo ese lugar común que ofrezca un objetivo y una idea antagónica al de esa España excluyente y retrógrada. Persistiremos en ello con generosidad y altura de miras, pues en estos momentos son más necesarias que nunca.

Contra el fascismo, ni un paso atrás.

Segovia Decide-Comité por la República