En Almería, la madrugada del 13 al 14 de agosto de 1976, Javier Verdejo Lucas murió abatido por las balas de la Guardia Civil. Tenía 19 años y militaba en la Joven Guardia Roja de España. Su delito, escribir en un muro de la playa del Zapillo de San Miguel, un mensaje que no pudo finalizar: Pan, trabajo y Libertad.
«El 13 de agosto, Francisco Javier Verdejo Lucas, estudiante de 19 años, muere en Almería por disparos de la Guardia Civil. Recibe un balazo por la espalda mientras hace una pintada: “Pan, trabajo y lilbertad”. Es plena feria patronal en la localidad andaluza y el suceso conmociona a toda la provincia. Javier es hijo de un personaje muy conocido en aquellas tierras, Guillermo Verdejo, un franquista recalcitrante que ha sido presidente del Colegio de Farmacéuticos y alcalde de Almería.

Cuando los guardias civiles que han asesinado a su hijo se presentan ante él para ofrecerle sus excusas, intentando explicarle que lo ocurrido ha sido fruto de un accidente, el padre de la víctima les contesta que sólo han cumplido con su obligación. Los familiares del fallecido intentan que el entierro pase desapercibido, pero la gente abarrota la iglesia de la Virgen del Mar. Varios camaradas de Javier, que militaba en la Joven Guardia Roja, organización juvenil del Partido del Trabajo de España (PTE), y miembros de otros partidos de izquierda arrebatan el féretro a la familia y lo llevan en hombros hasta el cementerio, al frente de una gran multitud.
El gobernador civil de Almería es el fiscal Roberto García Calvo, que en 2001 llegará a magistrado del Tribunal Constitucional. Ordena la detención de quienes han paricipado en “el secuestro del cadáver” durante el entierro, pero no realiza ninguna investigacion sobre las circunstancias en la que se ha producido la muerte del joven comunista y archiva rápidamente el caso. Cuando es designado juez del Tribunal Constitucional, 25 años después, respaldado por el gobierno de José María Aznar, a nadie se le ocurre preguntarle por el asesinato de Javier Verdejo. »
Alfredo Grimaldos, La sombra de Franco en la Transición