Cada vez se pone esto de peor color. O sea, más feo, más turbio y lo claro, se ve más de dar miedito.

Víctor Hugo en la muerte del Balzac dijo: “De ahora en adelante, las miradas no se dirigirán a las cabezas de los que gobiernan, sino a las de los que piensan…. Hoy la tristeza del pueblo es el pesar por la muerte de un hombre de talento. La tristeza nacional es las aflicción por la desaparición de un hombre de genio…”.

Afortunadamente, hoy no tenemos que lamentar siquiera la muerte como presidente de nuestro gobierno, de nuestro presidente. Y es que a Feijóo y su escolta les falta un hervor. Mucho menos lamentamos muerte de genios, que no los hay salvo genios de Tahúr (jugador que juega con especial habilidad). Pero sí tenemos que lamentar ese feo color que es humo que nos avisa de incendios muy avanzados ya. Sí tenemos que lamentar que esto nos va a pillar muy alelados, lamentar la estupidez humana y la perversidad. Lamentar este estado de cosas, que no se cumplan esas palabras del genio francés sobre el otro genio francés que penetró y nos retrató la condición humana en toda su complejidad en “La Comedia Humana”.

La realidad, dicen los novelistas, siempre supera a la ficción. Y supera a lo que se pueda analizar y a lo que cualquier persona sin doblez, pueda pensar.

Afortunadamente, Pedro Sánchez, nuestro presidente, no estaba caído, roto, ni vencido. Ni tan siquiera se trataba de ir tan lejos como que se pone serio con el fascismo patrio o compromete siquiera una sola medida concreta. Es un metalenguaje él mismo, es la estampa fría de un cónsul romano, o, simplemente cuestor del imperio en decadencia, un imperio que apura con estrategias suaves de atemorizar al prójimo sus últimas aspiraciones de comerse el mundo él solito.

El cuestor era un empleado, un señor hacia un cargo superior en el imperio romano, también tenía por misión el reclutamiento en las provincias. En este caso, el llevarse al huerto de obediencia sin fisuras a los mayores administrados posibles, súbditos de este reinado de corrupción, periodistas, gente de influencia… Y cerrar filas en el partido donde una sola ausencia llamativa, la de Felipe González, se ha visto.

No es que del parto de los montes que algunos esperaban haya simplemente nacido un ridículo ratón o que en esa contestación a su propia carta, sin ningún compromiso concreto y a fecha, se haya errado aún a riesgo de sembrar nuevas decepciones. No. No se ha parido un ratón. Se nos ha avisado de que se nos va a caer el monte entero paridor de desgracias por cuenta ajena a nuestros propios y muchos problemas.

Para cualquier tema mayor no es necesario siempre fijarse grandes expectativas, simplemente lo importante es que los resultados cumplan las que se tengan en aras de un objetivo, objetivos o rabos de la cosa que llevan al mismo objetivo.

Y el presidente ha cumplido, así que, frío como buen gestor, presenta resultados públicos, no hoy, en la comunicación de su decisión (acto de la misma opereta), sino en estos cinco días. No a nosotros, el pueblo, que cada vez contamos menos, sino a los mandamases, amos de este cortijillo: movilizaciones, reacciones, conteo de pro fachas, encuestas y tanteo del terreno.  Y sobre todo una pancarta arriba: “Democracia, democracia, democracia” “Por amor a la democracia”…. Faltaba añadir: “Lo que venga”, “Incondicionales a lo que venga…”. Lectura indirecta: “y si no… estás en otra cultura”, puede que seas no ya facha, peor, pro ruso, pro chino…, y a las listas del macartismo. Hay que leer o releer estos días “La Edad de Oro» de Gore Vidal, sobre cómo empezó todo. También: “El arte de la guerra”.

¿Qué dice el presidente?

Además de aviso a navegantes: va a hacerse algo. No sabemos qué. ¿Por qué? Porque todo esto es un guión como el de la Transición de corte y confección prêt-à porter y se irán dando los pasos con los actores y tiempos necesarios. Y no hay más que contar. Ya nos mandarán otra vez salir a escena en esta u otra forma, más masivamente o solo fletando autobuses, con la bandera bicolor con la que se presentó este hombre a la tumba del poeta Machado y, en fin, ya nos pitarán otra vez aquello de: “chicas al salón”. ¿Y cómo se consiguen estas exactitudes, llegar hasta donde y como se quiere? Pues tensando más o menos la cosa.

Esto solo ha sido un tanteo. Ha sido darle mecha a la atracción de feria llamada “La olla”, que más parece una paellera, donde saltas sí o sí, por más equilibrio que tengas, es decir, ha sido un remover un poco el patio dándole el fuego requerido.

¡Es que se han cumplido los objetivos, como en campaña militar! Por cierto, mientras la OTAN rumbo a Mahón se preparaba para iniciar sus maniobras para un ejercicio militar en aguas baleares: “El primer despliegue desde que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobara la cesión de la estación Naval como puerto de escala de la Alianza Atlántica”, nos recordaba la prensa (izquierdadiario.es).

Sánchez solo necesitaba ese baño de masas de sus acólitos, militantes, sindicatos nunca activos desde años contra la precariedad, despidos, movilización de trabajadores para impulsar la seguridad en el trabajo y de subsistencia, salarios dignos, y en fin… Y ese baño de gente honesta y sinceramente socialista que ha sumado un poco (ni siquiera importaba demasiado porque los números salían…). Y ese baño de artistas, intelec… y prensa en el candelabro, o candelero… a los que algunos majetes de buena fe (que admiramos y esto así porque siempre han estado por las buenas causas) se sumaron porque una protesta por un genérico como “contra el fascismo” (¿quién bien nacido no lo asume con la que está cayendo?) O “por la democracia”, o por el feminismo (aunque se sigan utilizando a las mujeres para todo, excusa de todo)… viste, fija y da esplendor.

Y ¿qué objetivos se han cumplido?: bueno, pues esa movilización para lo que pueda venir y requerirse a la ciudadanía: más silencio de corderos, más apoyo, más tragaderas. Y/o más ruido. O menos. Además, este ejercicio táctico se ha colado como capa de invisibilidad en medio de la campaña catalana y como dicen los del OPUS y otros: “Si es con barba San Antón y si no la Purísima Concepción. Según nazca el niño, según los intereses de los EE.UU., lo que admita y determine hasta la nueva re-configuración del mapamundi, guerras continuas antes, por supuesto, ya están ahogándonos. Si gana Trump y el amo se repliega (para ganar tiempo) al nacionalismo sin más, como cuando perdían en Siria, para disimular en otro: “Échale la culpa al tonto”, tal vez haya que explicar, incómodamente a los independentistas que bajen las exigencias y tengan paciencia, y, al tiempo, apoyen al Gobierno del país que no quieren ser. Y aunque ganara Biden.

O quién sabe, tal vez se vayan a hacer alguna reformilla de la casa fascista, a limar por algún lugar: terminar con la prórroga del CGPJ, de antemano, por ejemplo, empezando por ahí etc… ¿Audiencia Nacional? Siempre pendiente desde que heredera del TOP se reconfiguró con la inclusión de los delitos monetarios… Reformillas BOE o como sea para bajar humos y preparar ¿el terreno a fin del 78? ¿Del rey que lo lleva esto implícito? No sabemos: Hasta cuánto, cómo y para qué… exactamente qué… pues lenguaje críptico… de a poco y a pocos entendidos… ¿Hay mandatos de reconfiguración de algo por parte del teléfono rojo norteamericano, de las élites del poder? ¿Se hará…? ¿Puede eso implicar alguna limpiecita del facherío?

Tal vez, todo pactado y atado de nuevo. Obviamente. ¿Estarán tan histéricos los fachas con aspiración al turno próximo, a gobernar? Pues no, porque engañan a sus energúmenos. Esto sí es claro. Porque tendrán que tragar.

Democracia

Y volvamos al escenario, puesta en escena e inquietantes mensajes coincidentes. Porque todito está pensado habitualmente en estas jugadas de alto nivel. Hasta el uso como que muy reiterado de defensa de democracia, o “amor” no ya al Corazón de Jesús o amor de madre, un poco sí amor y olor a novios de la muerte, pero sí un amor laico justo cuando se explica a las chicas de nueva generación que el amor romántico no existe, es cosa de intereses, funciones hormonales y cuentos chinos que nos meten en una trampa. Porque como ha dicho Colau, la democracia se defiende luchando contra la guerra, ella cuando salía a formar parte de la Flotilla de la Libertad frustrada. Añado que luchando contra toda corrupción, drogas, exclusión social, defendiendo la sanidad pública y el empleo con hechos, etc…

El caso es que este amor arrebatado del que se habla, es visto por algunos analistas como a tener en cuenta con precaución de a qué apoyar más allá del enunciado simple, en un contexto internacional en que a EE.UU. con sus estudiantes aporreados y detenidos por las protestas democráticas contra el genocidio de Israel de palestinos, Biden se reunía de nuevo con periodistas extranjeros y demás para inculcarles esto, este concepto: o ellos y su forma de pensar la democracia con el apoyo a los nazis ucranianos y a los de Netanyahu o la nada. Pues es ellos o el caos, sí, y su modelo la única democracia, o te estás yendo a lo que otros denominan “otras culturas”, ¿no? Por ejemplo, ya salió a decirlo el primer ministro de Reino Unido justificando el aumento de gasto militar por amenazas de países con valores diferentes. Añadiendo que el mundo es más peligroso debido ¡ojo! a las amenazas procedentes de Rusia, Irán, China y Corea del Norte, no a las más que amenazas, agresiones, de ellos, Ucrania o Israel. Son tan finos estos chicos y te la clavan por la espalda tan bien… Y  no dan puntada sin hilo. Por cierto es clamoroso cómo universitarios de Europa, Francia (La Sorbona), Estados Unidos, en fin… ¿Y aquí qué pasa?

¿Cuál democracia? ¿Pues no y que era consolidada?

La bodeguilla de Felipe González con sus reyes del pollo frito, con sus acomodados, la bodeguilla revisitada de Biden, de Sánchez, nos dirá… nos dice ya que ahora lo que toca es volver a tragar.

Y ojalá toque tocar las cloacas y todas sus ratas, también las superficiales, antes de que muerdan otra vez. Él también, el presidente           tiene que decir: ¡Basta! Y eso no es voluntarismo, es medidas. Para eso le hemos puesto ahí. Y que se conteste a algunas preguntas que aún se hace.

Me alegro que reconozca que no somos nadie de hierro, que no tenemos que ser tan productivos y tan lo aguanto todo y es que algunos sí estamos hartos.

Regeneración y avances de derechos y libertades, sentido común, política de la vergüenza que vivimos… A ver si no es la regeneración del calzado, lo que en La Busca, denunciaba Pío Baroja.

Sociedad que consiguió ejemplarmente… Eso suena regu, regu… Y de verdad ¿no se entera del momento económico…?

Fin al fango…

El presidente Sánchez no tenía más que explicar. Por ahora…

*Enriqueta de la Cruz es escritora y periodista