El nacimiento de una asociación de izquierda soberanista, liderada por Anguita y Monereo, refleja el momento crucial que están viviendo las fuerzas políticas nacionales

Podemos está caminando hacia su ruptura, y cada vez a mayor velocidad. El partido se construyó mediante la suma de fuerzas políticas con proyectos diferentes, a las que cohesionaba un pegamento atractivo, la promesa del éxito. Pero una vez que esa esperanza se ha desvanecido, que los resultados en las encuestas son negativos y que mucha gente en la formación morada cree que serán todavía peores dentro de un tiempo, las tensiones están provocando explosiones continuas: muchos de sus integrantes piensan que la marca Podemos les resta mucho más de lo que les aporta.
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