La puesta en marcha del artículo 155 de la Carta Magna por el corrupto, reaccionario y antipopular Gobierno del PP:

Es el mayor atentado contra esta anoréxica democracia, contra el pueblo de Cataluña, su voluntad y sus representantes políticos. Un atentado contra la esencia misma de la DEMOCRACIA, que se hace en nombre de la «democracia».

Obliga a las fuerzas democráticas y progresistas a rechazar el art. 155 y a estar al lado del pueblo catalán, y sus representantes, que, estamos seguros, sabrá distinguir, en estos momentos graves, entre el gobierno de Rajoy y los trabajadores españoles. España no es el Partido Popular. La España republicana y popular se solidariza con nuestros hermanos catalanes.

Evidencia, una vez más, que la Constitución del 78 es una rémora brutalmente reaccionaria, que exige la unidad de las fuerzas de izquierda para llevarla al basurero de la historia.

Evidencia lo que fue la «Transición», un proceso político dirigido por las oscuras fuerzas franquistas, que impuso una monarquía heredera del franquismo, para beneficio y en interés de un puñado de familias, todas muy patriotas de la cartera. «De aquellos polvos estos lodos».

Evidencia, también, la crisis política del régimen, incapaz de dar una respuesta democrática, que no sea la anulación de derechos y la represión, a demandas democráticas.

Sienta un precedente y explica lo que el estado monárquico está dispuesto a hacer contra todo aquello que atente contra su orden Constitucional, que no es otra cosa que el orden de la oligarquía del país, patriotas de la cartera y vendepatrias.

Confirma la delimitación de campos que señalamos en un comunicado anterior. Por un lado, el de la reacción y neofranquismo, con el Rey y el gobierno a la cabeza, y el resto del Estado, el aparato del PSOE (sus militantes honrados deberían tomar nota y actuar en consecuencia) y C,s, que cierran filas en torno al Gobierno. Enfrente, el de la democracia y popular, que tiene la obligación de trabajar unido, cohesionado, para tumbar el actual régimen político, que, como vemos, solo entraña violencia y represión, eliminación de derechos fundamentales y alimenta el nacionalismo españolista y el fascismo, además de condenar a millones de españoles al paro, la precariedad, el exilio y la pobreza.

Sólo una alternativa política al régimen monárquico, sólo la III República, puede dar una solución justa y democrática a la cuestión nacional catalana.

Comisión Permanente de Republicanos

Madrid, 21 de octubre de 2017