Hay dos factores que demuestran que la Transición fue un proceso necesario pero fallido: la Jefatura del Estado y la Ley de Amnistía. Ambas fueron presentadas a los ciudadanos como un hecho consumado sin el cual no podría haber democracia. Ahora vivimos las consecuencias de tener un sistema político deficitario en sus esencias fundamentales
¿España es una democracia? Teóricamente sí. Los ciudadanos votan cada cuatro años para elegir a su primer ministro y disponen de un espacio de derechos y libertades reconocidos por la Constitución… Sin embargo, la democracia es algo más y en España la voz del pueblo se contamina con los intereses partidistas e ideológicos de los gobernantes sin que haya una figura que controle el cumplimiento de lo que los ciudadanos han determinado con su voto. Seguir leyendo El engaño de la democracia española, por José Antonio Gómez
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