Enriqueta:
Te leo y mi mente se dirige irremediable y sutilmente a esos mundos tan lejanos a los nuestros y que, sin embargo, están tan cerca. Esos mundos generados por nuestros propios mundos pero a los que no queremos ir y de los que los que en él viven escapan. Que ocupan, de vez en cuando unos minutos en algún medio informativo. Ajenos a la tragedia y al dolor de los otros, demasiado ocupados en nuestros propios y variados problemas occidentales, de un mundo rico en el que la persecución queda en alguna multa y el hambre es socorrida, nos olvidamos de los que son asesinados, violados, tiroteados, perseguidos. En nombre de cualquier Dios, ya sea Alá o ya sea un dios laico llamado petróleo o gas, que son los nuevos dioses del mundo occidental y rico. Y todo ello, al final, traducido en euros o dólares.
Nos aterran y no queremos verlos ni sentirlos. Pero están ahí, sacudiendo nuestras conciencias, gritando nuestra responsabilidad. Me estoy refiriendo a los países del Oriente
Próximo y África, cuyas riquezas son tan golosas para Occidente.
En el 2010, una ola de esperanza y optimismo, iniciada en Túnez, se extendía cómo una corriente eléctrica de alto voltaje sacudiendo los cimientos de sociedades profundamente conservadoras y en las que los derechos humanos eran cantos de sirena o utopías lejanas.
Todo comenzó en Túnez y como reacción al suicidio de un chaval, quemado a lo bonzo, que vendía verduras ambulantes para poder subsistir.
Un fluido de esperanza comenzó a recorrer pueblos, ciudades y países. La primavera árabe era sinónimo de un sueño convertido en realidad, era la unión de las gentes luchando por la democracia y la modernización de sus países, anclados en un conservadurismo inmovilista y ausentes de derechos. Países ricos que mantienen a su población en el hambre y la pobreza. La primavera árabe fue un sueño sustituido pronto por persecuciones, encarcelamientos, represión… Estados tan dictatoriales como los derrocados.
Años después de aquello no solo nada parece haber cambiado sino que la situación ha ido a peor. Sangre, muerte y hambre. Persecución, prohibición, cárcel. Y desplazamientos. Miles de desplazados que lo han perdido todo. Lo peor, Siria dónde, tras diez largos de guerra civil, no queda prácticamente ni rastro de lo que decía. Cientos de miles de muertos y desplazados las bombas de unos y otros caen sistemáticas sobre una población indefensa y destruida. No queda esperanza, no queda sino intentar no ser el próximo blanco que destruya una pierna, un brazo o mate un hijo. EEUU por un lado, por otro Rusia. Apoyando o atacando al régimen de un asesino cómo Asad, que fue incapaz de oír a su pueblo y escuchar sus justas demandas. Hoy ya es tarde para todo. Para la vida y la muerte. Para la esperanza y la ilusión. Desolación y desesperación, lamento y huida.
Estoy en contacto con sirios que me envían información continua de la situación de la guerra. No parece que vaya a tener fin. Demasiados intereses en juego. La vida de tanta gente que sólo desea que la dejen vivir en paz, trabajar honradamente, tener para comer y una vivienda donde poder vivir. Rodeados de sus familias y llegar a una vejez tranquila. Cosas tan sencillas que les son negadas. Y huyen para poder tenerlo lejos de su patria. Saben que es un camino de no retorno, que cada paso dado en dirección contraria al lugar en el que nacieron es un paso que les aleja más del regreso. Saben que no ocurrirá porque su vida, la vida en Siria no depende de ellos sino de las grandes potencias, su destino se decide en Moscú, Washington,
Riad o Teheran. Desde despachos inmaculados, con espesa alfombra que silencia los pasos de los que deciden. A ellas, a ellos, a los sirios sólo les queda el silencio tras el bombardeo, la destrucción de las casas en las que nacieron. La huida en busca de un lugar donde vivir y del que también se les echará. Pues los cuerpos son sólo números y cuando se transforman en presencias vivas, reales, tangibles, molestan y sobran. Se cierra la puerta de un golpe seco para evitar que entren.
El futuro no es igual para todos tampoco, querida. Para ellas no lo será. En mi retina guardo celosamente mucha imagen vivida, mucha palabra oída quedará para siempre grabada en mis oídos, mucho abrazo antes del covid sellando un camino a compartir. Porque, querida
Enriqueta, nuestro bienestar, nuestra riqueza, nuestro futuro que se anuncia esperanzador depende de su falta de futuro, de su miseria, de su dolor. Un padre, en la cola de una comida que no les llega o les llega podrida e insuficiente, me decía “Queréis que no haya refugiados,
nos echáis y cerráis la puerta para que no entremos, nos enviáis la guerra, el hambre, la desesperación, que nos obliga a huir. Pero nos enviáis las bombas. ¿Cómo es eso posible? Este había perdido a su mujer en el camino y se había quedado él solo con un hijito de tres años. El niño no había vuelto a hablar, tan solo mostraba sus tres deditos cuando le preguntabas que edad tenía. Su comida no estaba asegurada a pesar de las colas de dos y tres horas que el padre podía hacer con él en brazos.
Drama sobre drama, querida amiga. Bien conocido por Europa, como lo son las mafias. En cierta ocasión pregunté a una afgana en una entrevista cómo contactaban con las mafias, se me hacía muy difícil, muy necesario estar en ese mundillo para llegar a ellas. Se quedó mirándome con esa mirada de ojos negros y profundos y me dijo “Pero Luz, si todo el mundo las conoce. Es lo más fácil. Lo difícil es encontrar el dinero para pagarlas, pero no a ellas”. Y lo pude comprobar en cuanto hice el primer intento. Actúan a la luz del día, impunemente, protegidas, al lado de la policía que, en el puerto castigan, empujan, gritan, desprecian a las personas que van llegando, negando incluso el agua o entorpeciendo el hacerles llegar comida pero saludan y bromean. Son sus cómplices.
Algún día, las grandes potencias habrán de responder de sus actos. La historia preguntará, siempre lo hace. Quizás para entonces, Siria ya solo sea un punto en un mapa. La historia pregunta pero llega tarde.
Todo ello y mucho más, estoy contándolo en un libro que saldrá, si alguien se interesa por su publicación y todo sale según lo previsto y deseado, próximamente. Porque callar, Enriqueta, nos llena de responsabilidad, nos convierte en cómplices. Y la indignidad solo se combate hablando, contando. Que se sepa que hubo quien no calló, quien protestaba indignada aunque su voz fuera un grito en alta mar, perdido entre el silencio de los motores que les traen al infierno o el chocar de las olas contra frágiles barcas que en tantas ocasiones terminan rotas y sembrando de cadáveres el océano.
Luz, mi amiga:
El futuro tiene que ser con todos y todas, no a costa de tantas personas como pasa. Se juega con temas tan serios con el hambre, la democracia, los derechos humanos y es mentira absoluta que se quiera llevar democracia a parte alguna, solo mejores condiciones a favor del poderoso, para mejor explotar. El capitalismo huye a China, se cierran y abren nuevas formas de explotar, mintiendo y usando las esperanzas de los pueblos que legítimamente se suman a luchas que no son suyas, inocentemente, creyendo que el lobo les salvará. Como en Siria. Se ponen unos peones o se cooptan los que están y cuando ya no hacen los deberes como los amos quieren pues se cambian y se les sacan los colores que conocen bien porque se han vendido previamente esos señores y se habla de primaveras cuando son nuevos pozos negros… Solo el pueblo salva al pueblo. Y eso va a pasar, pasa en la historia cada tanto, grandes saltos ante grandes atropellos…
Me hablaste cierto día de los protestantes y leo en Miedo a la libertad sobre ellos y los calvinistas y las religiones acomodadas al curso de los tiempos para conformar, modelar, explicar lo inexplicable y, en definitiva, gobernar el mundo también con eso, amén de que la gente necesita siempre un clavo al que agarrarse que termina por ser un clavo ardiendo con el que la crucifican. Por esa necesidad, por debilidad, ignorancia, de asirse a algo, los brujos la aprovechan. Y comentándolo con un masón que conozco y es muy sabio ya decíamos que no se sabe qué es peor, que peor es todo lo que aliena al ser humano.
El gran modo capitalista de mantenernos donde estamos ha sido la religión también, puritanita y desde el invento de los estudios de cine, la manipulación de la mente mediante
decorados y guiones en los que nos asignan el papel de pringados. Y así y con los medios seguimos caminando por encima de filos de cuchillos, en la cuerda floja…
Es una estrategia de embotamiento, alienación, aburrimiento también, de humaradas, de árboles que no dejan ver el bosque de sierpes…
En el extranjero avanzan un poco los ciudadanos, hay movidas en Ámsterdam de otra construcción socioeconómica. También habría que explorar esos bosques alemanes donde viven actores próximos en el buen sentido de la palabra de los que harán cosas, tendrán un papel como responsables de su destino; actores en el sentido grandioso de actuar por el bien común, por otro mundo fuera de este teatros de histriónicos y consentidos que tenemos y nos salen tan caros. También, creo, habría que visitar cierto hotel de Grecia. No demos más pistas.
Sí, creo que no estaría mal una ronda para empaparse de lo nuevo que ya se respira, para ir viendo cómo el puzle que nos esconde el poder se ensambla fuera de foco de esos medios de comunicación choriceros por lo menos aquí, que están al servicio del crutrerío y la corona, del régimen del 78 y que van a ser barridos con él… Ellos y todos sus espías y correveidiles a gran sueldo que han pasado en este país por periodistas…
Unos viajes necesarios, que sean las nuevas becas de ampliación de estudios y de ampliación de conocimientos en general.
Es la única manera, enlazar, enterarse, formarse y formar, avanzar… Porque seguir poniendo tiritas en el gran cáncer sin atajar las causas no va a sitio alguno de provecho. El seguir denunciando guerras y miserias que van a intentar que sigan esos otros golfos… Por ahí no hacemos sino soplar a una hoguera que nos está comiendo por los pies y ya nos llega al cuello la quemazón, la hoguera de las vanidades…, tantas vanidades.
Te propongo una excursión-inmersión así. Quizá pueda ahorrar algo para hacerlo posible, con las cuotas que me están bajando de lo poco que aún me queda sin más remedio de asociaciones y tal por mis bajos recursos (que ni siquiera he sido de las de gritar por las injusticias que me afectan…). Que to cuesta, hasta querer contribuir buenamente a que al menos mis nietos vivan un poco mejor.
Es súper dolorosísimo ver cómo hijos viven peor que sus padres aun siendo que sus padres viven algo porque los abuelos curraron como condenados, y ellos mismos, pero era un mundo al que interesaba la pacificación y el avance algo, que tenía sindicatos y derechos laborales y hasta horas extraordinarias pagadas (qué lejano parece). Pues es que se partía del coraje de bisabuelos que se lo pelearon. ¿Lo vemos?…
Pues en este punto estamos otra vez. Y, por cierto, los riders de la comida ¿no se lo curran?
Ah, otra cosilla de matiz… Me horroriza cómo cambian el sentido de las cosas con los nombres, nominando. Dicen algunos que les inquieta o tal, que es preocupante, alarmante, yo qué sé, lo que se está sabiendo de Juan campechano, en vez de decir que lo preocupante, alarmante, y tal es lo que ha hecho, no lo que sale que hizo, sino lo que hizo y sigue haciendo.
Y, además, más alarmante que lo hiciera cuando ejercía algo que cuando no, por eso digo que esas ganas de investigar pero a partir de que pasara a emérito que tiene IUPodemos no me molan nada tampoco. Generan alarma social, creo.
Todo ese rollo de si afectará solo a su persona o a la corona entera cuando la corona es un sólido bloque con la pulserita de todo incluido así como todo heredado, irrenunciable la herencia como la herencia franquista y el adn de toda monarquía medieval de trincar… Es que es consustancial, coño, un modo hereditario impuesto por lo demás aquí tras un genocidio, a la fuerza, al miedo, a lo trilero… ¿Cómo no va a ser consustancial todo abuso si parte de un gran abuso? Todo ese rollo de hasta dónde y hasta cuándo llega la impunidad y si es punible lo de antes, lo de ahora, en fin… Todo ese rollo es lamentable. Ábrase el melón de una vez y no nos hagan más lío, que huele el cadáver.
Bueno, lo dejo aquí.
Besos y abrazos, no a los codazos.
Salud y República.
Amiga Enriqueta:
Este pueblo nuestro, Enriqueta, es tan solidario cómo el que más. En distintas ocasiones me has oído decir que el problema no es la gente cotidiana, la que se levanta cada mañana con las pestañas pegadas y el bostezo en la boca. Son sus gobernantes. El poder corrompe, decía Lucio, lo recordarás. Y el mucho poder corrompe mucho. Pero quien tiene que ganarse la vida a diario y sufre con el dolor ajeno, que no otra cosa es la solidaridad, y ocupa parte de su vida en la denuncia, la reclamación de iguales derechos para todas o la implicación directa el conseguirlo, ese es el pueblo imprescindible, el que no se vende.
En el 2016 comenzó el éxodo masivo de migrantes y refugiados a Europa. Provenían de todos aquellos países en los que nuestra presencia es un cáncer para sus sociedades y su desarrollo, ligada nuestra riqueza a sus bienes. Desde África a Oriente, los que corresponden a Europa y desde América del Sur, los que toca a EEUU.
Centrémonos en Europa por aquello de la cercanía no por qué no que ocurra más allá del océano no nos incumbe.
Se establecieron diferentes vías de entrada, desde los Balcanes a Grecia pasando por Turquía. Europa se asusta. Qué una cosa es ir a sus países a quitarles hasta el aliento y llevarles armas y otra bien diferente que vengan ellos. Y comienzan a implantarse barreras.
Pero cuando la desesperación es grande no hay barreras que impidan intentar escapar a ellas. La conservación de la vida es un instinto básico en cualquier especie, Enriqueta, y también en la humana.
Así es que Europa despliega todo un arsenal de medidas, desde barreras físicas a dinero, mucho dinero, para que otros se conviertan en muros de contención. Y así, entrega grandes sumas de dinero a países fronterizos. Sería mil millones de euros a Turquía. Y la cooperación se liga a las medidas represoras que impidan la llegada a Europa. Se olvida la cooperación ligada al desarrollo.
Pero si grande es la desesperanza, si grande el miedo y la desesperación de las que huyen en busca de un rayo de luz que les permita vivir sin amenazas permanentes de muerte, también lo es el corazón y la voluntad de las otras personas que se ponen a su lado, de frente y mirando en la misma dirección. Entendiendo que si los derechos no son universales sin privilegios, que la propia dignidad pasa por la dignidad del otro. Qué no es posible vivir en un mundo tan injusto sin que la conciencia permita el sueño tranquilo.
Y sin muchas las organizaciones que se crean. Organizaciones pequeñas, que subsisten con sus propios medios y con la voluntad de los que las crean.
Cada una de ellas con sus propios objetivos y fines. Una de ellas es Caravana Abriendo Fronteras. Su objetivo: denunciar la política europea -son tiempos feos: Salvini, el neofascista italiano, ministro de exteriores marca la batuta en Europa, convertida en un estercolero de indignidad e injusticia- y reclamar derechos humanos para todas las personas, provengan de donde provengan.
Su estrategia: viajes solidarios recorriendo los puntos más calientes, aquellos en los que las políticas europeas marcan con mayor contundencia el paso del resto. El primer viaje es a Grecia, el segundo al sur de España, Ceuta, Mejilla. El siguiente a Italia… la CAF tiene cada vez mayor presencia, o ocupa la atención de los medios. Entre trescientas y cuatrocientas personas recorriendo en autobuses durante casi dos semanas distintos países europeos reclamando abolición de fronteras, trato digno, cumplimiento de la ley ajustada a la declaración Universal de los Derechos Cubanos, reconocimiento del derecho de asilo… mañana, tarde y noche manifestándose, denunciando, exigiendo, no pasa inadvertida. Y deja huella.
Este año estaba previsto ir a los Balcanes. El Covid-19 lo ha impedido. Sin embargo, este encuentro anual no podía quedar en el vacío, sin poder realizarse aunque fuera cambiando el formato, así es que se decidió concentrar en un par de lugares dentro de España un conjunto de actividades, conferencias, actos y manifestaciones y fuera de España en todos aquellos lugares en los que ya la CAF, que se ha hecho internacionalista de hecho como lo fue de principio declarativo, está presente. Cuatro días de concentraciones y debates en distintos puntos del planeta interconectados por cualquiera de los sistemas que nuestro mundo tan tecnológicamente avanzado él, nos permite.
En España iban a tener lugar en Bilbao y en Valencia. Los rebrotes del virus en el País Vasco han desaconsejado las reuniones masivas de personas y solo mantendrán los actos no presenciales y las manifestaciones en la calle. Valencia, por el momento, sigue adelante.
Desde estas páginas animo encarecidamente a estar pendiente de actos, conferencias y demás actividades dado su interés y el ser un espacio tan original de lucha por la igualdad y la solidaridad.
Se me había quedado en el tintero: la manía que tienen los deterministas, los fascistas, de asustarnos. Los que fomentan lo conspiranoico, de que sigamos esa estela, a ellos, tan listos, y diseminemos un daño, haciendo de altavoz a ciertas cosas.
La incertidumbre mata, rompe corazones en sentido literal, genera malestar, enfermedad, muerte, suicidio, pues no vemos horizonte. Y es una estrategia de siempre del fascismo: hacer que sientas esto: no saber a qué atenerte. Pero molesta hoy mucho al poder, también. Las armas suelen ser de doble filo. Si matan el trabajo, ya se encuentran formas de nacionalizar banca y fábricas, si nos amenazan con no protegernos con epis o tal, ya habrá huelgas y la gente se echará encima de quien no prevé, no deriva los fondos a lo esencial, etc… Si no se puede vivir en las ciudades, a ver quién saca las castañas del fuego… Si se pasan matando a más gente de la que se ha previsto, a ver quién les da de comer a esos explotadores…
Sigo con la incertidumbre y el malestar del poder y su interés por lo conspiranoico. Les asusta pensar que el covid haya podido ser realmente un escape involuntario, un mal sobrevenido por jugar con fuego y con el cambio del ecosistema y de armonía de la naturaleza, por modificar el hábitat por la rapiña, por experimentar en laboratorios con la guerra bacteriológica como se juega con la solución nuclear o final. Es decir, que prefieren esos tipos difundir hasta la saciedad que esto ha sido a posta por los chinos, por USA, por los judíos directamente “que dominan el mundo”, etc… Y quieren matar población que sobra y que nos acojonemos hasta paralizarnos…
De esta manera consiguen paralizarnos, sí, que pensemos que no podremos con fuerzas tan poderosas que todo lo tienen bajo control. Es una de las tesis de Despertando a Lenin, mi última novela. No resisten sus propios errores, su debilidad o la posibilidad más que posible de una reacción que ya existe de la gente. Gente en sitios, muchos más que uno, moviéndose, organizándose ya, no esperando a ser cebados con los 400 euros del salario raso (y gracias, que por Rajoy o con otros del PP, no hubieran sido) mientras conspiran para matarlo como cerdo con unas cuantas dosis más de pestes porcina, covina o de las coronas directamente, lo que sea…
Desde luego, como cerdos gordos no vamos a morir y menos los emigrantes cuya explotación, Y NO ELLOS (que son las víctimas), difunde el contagio de esta pandemia. También los turistas borrachos de Baleares pero, claro, no toquemos al turismo de hacer lo que salga de los sacrosantos estados etílicos, que vergüenza debía dar conseguir así euritos, y encima
contratar en vez de a sanitarios para todos, acarreadores de esos sinvergüenzas golfos y desatados, incultos, cafres, animales, hasta el hospital, dilapidando recursos de todos, que debieran ir a educación y cultura para esos mismos, incluso. Y vergüenza de los gestores del bienes públicos que lo consienten.
Mejor hagan brigadas, que se puede, de información y facilitación de cobro de la paga vital a los mendigos que de verdad lo necesitan y a gente extra Sistema que pueblan nuestras calles aún (y corren los días), más de las que se ven, que siguen quedando fuera de todo porque ni existen, ni están casi censados (desde luego no en los bancos rescatados, estos sí se rescatan uno por uno), y están asustados o en chanchullos que no les conviene desvelar, o directamente alcoholizados suponiendo que para eso no le van a dar na, o quizá malos de la cabeza, o todo es uno, porque cuando a alguien no se le da la mano y se le aparta, ¿en qué puede derivar? ¿Y en qué hemos derivado los demás que lo consentimos? Yo me paro ante cada mendigo y les aconsejo que vayan a reclamar, ojalá se hagan largas colas en las ventanillas de los funcionarios acomodados (lo digo en sentido general incluyendo a los servidores de la patria de a más de 4.000 euros al mes) porque, claro, no basta con hago la norma y me echo a dormir y ya lo he resuelto todo con aporrear en la tele basura con esto.
Los más mal pensados dicen que no se resuelve esto del todo porque quizá, dicen, vengan bien ciertas personas mendicantes que lo pasan putas a la propia cloaca (soplos, sueldos ocultos, venta de droga, por ejemplo, chulos de lo que sea, vienen bien…, no interesa exteriorizarlos).
Y ojo, supervisión a nivel estatal.
Me hace gracia confundir las competencias municipales, por ejemplo, que deben aumentar (porque quien mejor conoce a su gente es el alcalde-vecino, el político próximo y es verdad, menos Ayuso, que solo conoce a quien la puso ahí), con que no haya supervisión a nivel estatal (porque donde más caciquismo hay, venganzas políticas, la verdad, y más casillos de enchufismo y males de ojos es entre los vecinos… A nivel ayuntamientos. Y eso de que cómo no vayas conmigo, la llevas claro…; también en Madrid).
Casos como el de Baleares: Magaluf, Palma, Cavià, de las borracheras esas que han ocurrido en plena pandemia, no pueden dejarse al albur de un ayuntamiento ni de una Comunidad. Esos turistas desataos, altercados que según sean unos u otros de fachas o de rojos se dejan pasar o se les mete todo el peso de la ley… Otras miles de cosas.
Este país de chiste debe cambiar, porque es que es el del chiste de mejor les doy los cien euros y que hagan con ello lo que les venga en gana… Y no meterse en líos… Que la cague Ayuso o quien sea (a menos que se necesite pactar con ella, que no se descarta…). No meterse en líos, menos con Torra, que si ese hace algo, a por él y a por todos los catalanes… Y así sigue el juego… Y se alimentan los nacionalismos de los que hablé. También el nacionalismo centralista excluyente de vascos, catalanes, afrancesados y rojos…
Desde luego hay mucho por aclarar, de estos días, porque si hay súper contagios en Cataluña y se explica que esa explotación de los recogedores de fruta, por ejemplo, va a seguir camino por otras comunidades y se entiende esto (que cualquier tonto lo entiende cuanto más un listo), que va a circular como Pedro por su casa el covito, y se prohíbe por todos los medios hasta judicializando el tema, que haya contención, confinamiento y eso, pues ¿qué pasa aquí?
Y si para eso se actúa estatalmente, a tope, para frenar iniciativas comunitarias, y para lo de Baleares, no, o para lo de otras cosillas como Madrid, donde se hace oídos sordos a lo que piden algunos del sector sanitario y otros sectores, que algunos piden hasta cárcel para Ayuso y la gente que dio las órdenes de lo trasladar a los viejos de las residencias al hospital y los dejó morir ahogados, con la solución que califican de nazi por aquello de no todos valemos lo mismo y eso…
¡Qué hipocresía los funerales cuando no están ya los culpables en los tribunales, los culpables del asesinato en masa de los viejos, nuestros viejos!
Desde luego todos los políticos sin excepción deberían pensarse mucho lo que hacen y a dónde van las perras, porque confinar de nuevo a la gente en general, hacer pagar justos por pecadores habiendo permitido el pecado a mansalva por no perder un puñado de euros, por no contradecir a los empresarios explotadores, por no tener soluciones en la mano como empleo público, repensar la economía, el margen amplio que hay de maniobra, la responsabilidad de la administración pública, la importancia de la asistencia primaria preventiva que se está reduciendo en verano, en plena circulación del bicho, etc… En fin, eso¿qué es? ¿No es punible…? ¿Y lo de no cobrar cuentas por lo que algunos han hecho…? Pues yo creo que sí, que son hasta modos presuntamente delictivos, porque sabiendo que han muerto muchos más seres que en el 11-S o en cualquier acto terrorista asqueroso, del infecto obrar de algunos, y de la infección circulante no habiendo muerto el virus, pues a ver…
Creo que así como es hora de una política real y realista, no ciega nunca más desde este a los próximos años, como vengo insistiendo, es hora de no rasgarnos más las vestiduras y no tener miedo al saber ni a lo porvenir que también está como sigo insistiendo en nuestras manos, y, por cierto, cortar con el postureo social y el cinismo democratizado, que ha llegado a capas suburbiales.
Que el obrero o el explotado tome conciencia de lo que es, es el primer paso para poder poner freno y remedio, que uno no se haga el enterao de lo que no tiene ni idea, ni trabaje para el cinismo cortesano sin cobrar un duro, solo por chulearse y no perder su puesto en la manada. No nos asustemos porque desaparezca una clase media freno de los de arriba para poder hacer más recortes, clase tipo pijos que se creen auténticos burguesitos malos, que explotan a su vez, que se subieron al carro de lo guay y los modelones y los tacones con que saltan los ojos de sus competidores compañeros y los arrojan al hambre con tal de seguir siendo ellos los empleados del mes…
Gentucilla egoísta que ha alimentado la alienación con sus propias actitudes, que siguen la sexta o la quinta columna y ya se creen progresistas de todo postín, que han arruinado la vida hipotecando hasta el último resquicio humano. ¿Nos tenemos que preocupar de veras de la desaparición de esto? O, por el contrario, ¿no será más sano volver a la normalidad, dejar de pensar en la productividad y ponernos a pensar en un sobrevivir sin pisar cuellos, más humano, en otras formas de organizarnos y avanzar juntos en lo que venimos hablando; pararnos a leer un libro, a pensar siquiera, a hablar con los amigos con sinceridad, a estar en las penas como en las alegrías con ellos, adoptar la responsabilidad, buscar la verdad motor de vida, el empoderamiento, la autorrealización, el ser más espontáneos y amar sin complejos?
Yo creo que hay que centrarse pero sin arrimadas. Un beso.
Querida Enriqueta:
Estamos llegando ya al final de esta primera etapa de nuestra correspondencia. Como todo lo que se aproxima a su cierre produce intensa tristeza y un cosquilleo en el estómago. Ha sido una aventura llena de satisfacción, de apertura en canal de nuestro pensamiento, nuestras emociones, nuestros recuerdos y nuestros sentires. Espero que nuestros y nuestras lectoras hayan disfrutado tanto como nosotras pues en el debate y la expresión una se siente libre y liberada. Sobre todo cuando tiene lugar en espacios de serenidad y respeto como es este. Y obligado nos es agradecer al medio que nos ha brindado la oportunidad de la expresión, que nos ha abierto esta ventana a la comunicación, su disponibilidad. Estas cosas hacen que a una la esperanza de cambio no se le deshaga entre los dedos.
Luz, amiga:
Claro, que hay de veras gran tarea. Hablábamos el otro día por teléfono de la cultura y de publicar libros. Bueno, pues ten en cuenta (lo reflexionaba tras la muerte de Marsé) que aquí en 80 años ha habido poca cultura lo que se dice tal (estudié muy a fondo la novela social, lo que ya abordamos) y en los últimos 40 desde el pacto de todos quietos y a no moverse en la foto, ninguna en nuestro país. No ha interesado.
Hay actualmente nombres como Marta Sanz, escritora compleja y de calidad, como Ricardo Rodríguez, que escribió una magnífica novela: La moral del verdugo. Hay una Marifé Santiago que escribe como los ángeles y su prosa es excepcional. Hay gente, claro, algún pintor y de músicos no oigo… alguno que me impresione. Sé menos de eso. Pero dime tú a mí dónde un Albéniz, dónde un Lorca, donde un Picasso, dónde un Max Aub o un Juan Ramón Jiménez o un Pedro Garfias o un periodista escritor como Corpus Barga, que le han hecho un monolito y ha sido lejísimos cuando la Carmena en Madrid, que todo lo mandaba esa mujer a los barrios periféricos, como mandó a La nueve, compañía de españoles que liberó París y Francia entera del fascismo… ¡Y gracias…!
Los agentes literarios por los que me preguntabas no son esos americanos que te llevan por buenos pasos y a los que dejan hacer. Aquí todo es con cupo contra las leyes del mercado. Y están los que van a valor seguro y cuando ya te has casi muerto de hambre y destacas absolutamente por milagro o algunos apoyos, que también…, te echan el lazo y te llevan, pero muy tutelao… Y están todos contados y no abren mercado.
Las editoriales solo escuchan a los agentes que tienen en su agenda discreta y no a cualquier emprendedor o buen agente (que aquí el emprendimiento solo es una cosa para la propaganda). Y los agentes instalados en su poltrona solo impulsan a los previstos y a los que se decide hacer huequito con ruegos y parabienes de padrino-madrina ya apoltronado de por medio (es decir, los avalistas de que no te desmadrarás), a los sacrosantamente bendecidos por el régimen, impulsados por su secta, su partido, su rueda sobre la que van pedaleando en pro de un montón de intereses coyunturales y estructurales.
Lancemos Auschwitz pero no digamos nada de Mauthausen (que qué casualidad que esto inspira y lo otro no… pero claro siempre se puede alegar que la inspiración está donde a uno le da la gana), lancemos tomahawk (que en esto de misiles están muy atrasados) de feminismo pero no cualquier cosa, solo el promovido por Me too USA mediante, lancemos contra el comunismo cualquier argumento, hablemos de medioambiente pero solo el convenido de algarada. En definitiva, maja: la lectura que conviene diseminar. Lancemos derechos humanos pero los de revoluciones naranja, verdes, arco iris… Y esto no toca y esto sí y de aquella manera y hasta aquí. Todo, claro, almibarado y sin oraciones directas de consignazo (que a veces también), sino sobre entendidos que molan… Saber a qué atenerse, subir en la ola y pal ante.
“Déjate llevar”, me dijeron a mí más de una vez. No me dejé.
En 40 años se ha borrado el sueño de esos melenudos de cambiar algo, pues muerto Franco se les fue sorprendentemente la fuerza. Pasaron del miedo y las palizas de los grises a acomodarse, como indica el abogado Murillo (que lo sabe casi todo porque iba a ser el Felipe González de la Transi pero los de la Cia, Willy Brand y los fachas no le dejaron).
Ha habido industria, sgaes que ya sabes…, cosas de consumo de masas y alguna excepcioncilla que no ha brillado ni poco ni mucho de verdad en esas de pasar a la historia, y dos o tres nombres que los ves hasta en la sopa, que es obligado llamarles para todo evento y van a lo que renta y nada más. Y te dicen enseguida: “¿Y dónde están mis eurillos?”
La tierra hay que abonarla para que dé y aquí ha interesado el todos imbéciles e imbecilizadores, blanqueadores del franquismo y el post, ocultadores de la verdadera memoria, barreras…, que no les pases por la izquierda que te muelen a descrédito y a trato insultante. Nada de apoyar a nadie en serio. No hay hueco.
Los escaparates se compran y las grandes tiradas se hacen para luego quemar los libros como en el Medievo, porque es todo una cuestión de trampa.
Los premios se dan como cosa de contrato que hay que cumplir con gran trabajo y los negros que te ponen te matan completamente el poco alma que tiene tu obra.
Los autores más alucinantes (no pasan de calidad serie de tv) las más de las veces son un plomazo y cobran por conferencias en las que te cuentan cómo no sé qué listo timó en unos negocios al generalísimo y cosas del estilo, y los teatros están llenos de escuelas como las de las pelis de dicción y estilo de recitación no creíble, mientras más de cien autores siguen sin poder estrenar.
Lo que haya de riqueza no sabemos, pues estará bajo siete llaves… Galdós, Larra, etc., se ganaban la vida, mientras, escribiendo en diarios, pero ahora los diarios solo hacen poner el cazo para más mentir o poner pistolas en la boca a los vices. No se murieran ellos, que no valen pa na esos pasquines…
En fin, con todo, ánimo y al toro, que nunca se sabe… Y si no, a mear delante de la casade los ricos como ya aconsejara Quevedo que en teniendo valía y además en viéndote los transeúntes que los ricos confían su hígados a tus manos expertas de cirujano y a más te dejan mear con toda confianza cerca de su zaguán, pues eso, a triunfar…
Y querida Luz: Me uno a tu despedida por ahora, con tus propias palabras maravillosas y sabias que suscribo. También mi agradecimiento a lectoras y medio. A todos: feliz y combativo verano, allá donde nos encontremos. Alguna caravana solidaria me verá otro año por ahí. Eso es acción directa. Eso hay que continuarlo. No nos asustemos. No nos desanimemos. No al fascismo.
Querida Enriqueta:
Mucho aún que comentar. Volveremos en septiembre, si los hados así lo permiten. Nuestra voz y la de nuestros y nuestras lectoras porque sin ellos todo esto quedaría en un simple divertimento de dos amigas. Nuestra voz, a través de nuestros escritos, se pone al servicio de los que nos acompañan en esta aventura tan maravillosa como es la del habla. Que no es otra cosa que la de pensar en alto.
Si hemos conseguido nuestro propósito de suscitar debate, controversia, y también como no, gusto en acompañarnos, habremos dado por bien empleada el tiempo dedicado a esta aventura iniciada en tiempos de cuarentena.